Se sabía que la relación entre el secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, y el alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, era más bien distante. Que, siendo ambos de la plena confianza de Pedro Sánchez, al que los dos apoyaron sin reservas en la “reconquista” del trono de Ferraz frente a Susana Diaz, no congeniaban en exceso. Se puso de manifiesto con ocasión del relevo de la anterior Delegada del Gobierno, Mercedes Martín, desalojada del cargo contra la voluntad de Tudanca, que no disimuló su cabreo ante la defenestración de la política abulense (junto a su predecesora, Virginia Barcones, la sempiterna Ana Sánchez y ahora Patricia Gómez Urbán, la secretaria del grupo parlamentario de las Cortes, integrantes del núcleo duro de absoluta fidelidad al secretario autonómico).
Pero desde que están en el gobierno de España los socialistas venían lavando los trapos sucios en casa, evitando que transcendieran sus roces y tiranteces. Por eso ha sorprendido que, en una de esas macroentrevistas que suele realizar “El Día de Valladolid-El Mundo”, habitualmente con muchísimo mas continente que contenido, Puente haya lanzado un torpedo a la linea de flotación del secretario autonómico de su partido, afirmando que la labor de oposición a la Junta es “sustancialmente mejorable”, ya que su juicio adolece de “coordinación y rumbo”.
Tudanca no podía por menos de darse por aludido y preguntado sobre el particular, tampoco se ha mordido la lengua. Para empezar, el máximo dirigente autonómico del partido y portavoz del grupo socialista en las Cortes se ha referido al alcalde vallisoletano como “el señor Puente”, lo cual ya lo dice casi todo. “Al parecer, no le gusta la gestión de la Junta de Castilla y León ni la del Gobierno de España ni la del PSOE autonómico (…) Solo le gusta la suya”, afirma Tudanca, aclarando, faltaría más, que en lo último, la gestón del ayuntamiento vallisoletano, está plenamente de acuerdo.
Teniendo en cuenta que, además de ser el alcalde del mayor municipio de Castilla y León, Puente es miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, en la que ha venido ejerciendo como Portavoz, la fisura abierta en el seno de los socialistas de Castilla y León no es cosa menor. Ello para regocijo en el Colegio de la Asunción, donde tanto Alfonso Fernández Mañueco como Francisco Igea, que no tienen una relación precisamente fluida con las cúpulas de sus respectivos partidos, pueden acogerse al socorrido y consabido mal de muchos…