Una estrella con forma y rasgos de una niña llamada Ofelia durante la Guerra Civil española, dos amantes fundidos en un solo ser como Elisa Espósito y ‘el activo’ en un ultrasecreto laboratorio del Gobierno estadounidense, una parca con los rasgos del Ángel de la Muerte que acecha a Hellboy, el propio diablo, para llevarle de vuelta al infierno, o una justicia con forma fantasmagórica y oculta bajo un velo negro que se erige en lo alto de una cumbre escarlata. Y, en el medio de todos ellos, como primera carta de la baraja, el mago creador de todo ese universo: un Guillermo del Toro que, sobre la mesa, cuenta con todo el instrumental para seguir ‘tallando’ nuevos y fantásticos mundos.
Carlos Tabernero / ICAL
Así es como ha imaginado su particular baraja el ilustrador salmantino Tomás Hijo, que con el auspicio y el beneplácito del propio Del Toro, generó 78 grabados sobre buena parte de los personajes cinematográfico inventados por el reconocido y popular director mexicano para crear un mazo de cartas del tarot que se puso a la venta esta semana y que, entre la preventa y la rapidez que da internet para adquirir productos recién salidos al mercado, se agotó en apenas unos minutos, siendo número uno de su categoría en Estados Unidos, Gran Bretaña o España, para sorpresa del propio artista salmantino.
Pero no significa que esté para siempre agotado, ya que “hay una reimpresión confirmada”, relata a Ical el mismo Tomás Hijo, quien pone el inicio de esta particular aventura en una exposición de homenaje al imaginario de Guillermo del Toro que tuvo lugar en Los Ángeles hace ahora cuatro años, y en la que participó el grabador salmantino con, entre otras, una ilustración que simulaba la concepción de ‘El laberinto del fauno’ como un juego de mesa. “Yo no lo sabía, pero a Guillermo del Toro le encantó y la adquirió”, explica Tomás Hijo, asegurando que desde entonces comenzaron a seguirse en redes sociales y a intercambiar ‘likes’ hasta que, con motivo de otra exposición de la particular obra del artista salmantino, el director mexicano le mandó un mensaje para conocerle.
Así, y tras algún intento infructuoso en Londres o Madrid, finalmente fue París la ciudad más propicia, junio de 2018 la fecha elegida y un restaurante japonés el lugar escogido para el encuentro entre ilustrador y cineasta. “Hablamos de cómics, de sus películas, de Buñuel como inspiración para ambos o del hecho de que tenga mi ilustración de ‘El laberinto del fauno’ en su cuarto junto a una de Rackham y oadra de Dulac, lo que me pareció alucinante” comenta entusiasmado Tomás Hijo, quien revela además que, en aquel encuentro, Del Toro le encargó “un ‘exlibris’ y varios grabados”. “En un momento dado, nos pusimos a hablar de tarot”, no tanto por la parte adivinativa sino “como herramienta narrativa”, recuerda el ilustrador salmantino, quien afirma que “fue entonces cuando me vino la idea de hacer un mazo inspirado en sus películas y se lo planteé en la misma cena”.
“¡Órale, cabrón!”, fue la respuesta de Guillermo del Toro, quien con ello dio el visto bueno a un proyecto en el que Tomás Hijo se sumergió durante casi dos años aunque “a tiempo parcial, porque estos procesos tienen arranques y paradas, así que sumadas las horas dedicadas saldrían unos tres meses” de intenso trabajo e intercambio de mensajes y propuestas entre ilustrador y director de cine. “Ha respetado mucho mis ideas, porque me decía alguna sugerencia pero a todo daba el ‘ok’”, afirma el grabador salmantino, quien por ello se sintió “muy amparado y respaldado” por el cineasta mexicano ante la editorial encargada de la comercialización del mazo, de tal manera que el proyecto pudo salir “como lo había pensado”, sentencia Tomás Hijo.
Eso sí, tras un minucioso trabajo de creación de cada carta, con “mucho ‘feedback’ hasta que se acabó el mazo” entre Del Toro y Tomás Hijo, y con una selección cuidadosa y bien pensada de los personajes del imaginario del director mexicano que se amoldaban a cada una de las figuras clásicas de los arcanos mayores y menores propios del Tarot de Marsella, baraja de la que el ilustrador salmantino siguió “los patrones” para que “la estructura básica fuese la propia del tarot pero adaptada a los motivos de Guillermo del Toro”. Así surgieron las cartas en las que aparecen “prácticamente todas” las películas del cineasta mexicano “e incluso series como ‘The Strain’”, pero donde Tomás Hijo confiesa que hay algunas predilectas: “He escogido más personajes de ‘El laberinto del fauno’ por ser la que más me gusta y la que más elementos tiene que se pueden utilizar para las cartas del tarot, y ‘Hellboy’ porque me flipan los cómics de Mike Mignola y las películas tienen muchas referencias y homenajes a Buñuel, que es un gusto común” de director e ilustrador.
Y así, tras la concepción inicial de cada carta, se envió a la editorial Inside, norteamericana de gran reconocimiento por “encargarse de muchos de los libros de arte y el material accesorio de Star Wars o Harry Potter”, para su impresión y venta en el mercado a través de la plataforma Amazon, entre otras. Pero no solo eso: Tomás Hijo también prepara, junto a la propia editorial y también con el beneplácito de Del Toro, una edición especial de coleccionista, con “100 o 200 mazos” realizados a mano por él en su taller de Salamanca, donde con las gubias talla las planchas que después entinta con el rodillo y plancha con papel húmedo y una máquina que ejerce una tonelada de presión sobre la carta para que quede bien impresa.
Adivinos y ‘storytellers’
Pero además de las grabados que dan el aspecto tan característico que tiene el ‘Tarot del Toro’, Tomás Hijo también realizó una guía del tarot “para adivinos y ‘storytellers’” que acompaña cada uno de los mazos ya vendidos desde finales de esta semana a través de internet. “Me pidieron en la editorial que si podía hacer un pequeño libro donde relacionase ambas cosas”, explica el ilustrador salmantino, quien además recibió el encargo para hacerlo “en inglés” y teniéndose que empapar bien de una materia de la que ha “leído mucho” pero en la que reconoce que no es “especialista”. En cualquier caso, el libro sirve como “guía general del tarot” que también cuenta con “una descripción carta por carta, una pequeña historia de cómo surgió la idea de este tarot y una explicación de las tiradas y lo que significan las combinaciones de cartas”.
En cualquier caso, la colaboración con el cineasta mexicano está suponiendo «todo» para Tomás Hijo, cuya obra ya era muy reconocida dentro de los círculos especializados de la literatura fantástica, pero que ahora está adquiriendo unas cotas mucho mayores por “estar asociada a Guillermo del Toro y a una editorial americana gigantesca y muy importante”. Así lo demuestra la venta de la primera edición agotada, la reimpresión garantizada e incluso la compra de los derechos para Gran Bretaña de una editorial del país anglosajón, porque “cualquier cosa relacionada con Del Toro tiene una repercusión mundial bestial, ya que es una superestrella”. Por ello ahora Tomás Hijo sigue barruntando “algunas ideas”, dada la “afinidad clara” entre ambos, para proponer a un Guillermo del Toro que, ya al menos, cuenta con un tarot a su nombre con marcado acento salmantino.