El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, firmaron este lunes un protocolo de actuación por el que ambas administraciones colaborarán en los trabajos de control de cumplimiento de las cuarentenas. Esta tarea, que además de los inspectores de la Junta y las policías locales, contará ahora con el apoyo de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, empezará a aplicarse en las zonas con más incidencia y se desarrollará mediante controles aleatorios, que serán presenciales o telefónicos, para disuadir a la población de romper la cuarentena.
Ical.- Según el acuerdo sellado esta mañana en la sede del Gobierno autonómico, la Junta se compromete a comunicar, informar y asesorar a la Delegación del Gobierno sobre los criterios sanitarios autonómicos establecidos contra la COVID-19. Por su parte, la Delegación del Gobierno apoyará al personal inspector y miembros de las policías locales, así como en la incoación de las denuncias por eventuales infracciones.
En un primer nivel, serán las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado quienes, de forma presencial y telefónica, llevarán a cabo esos controles, que se harán de forma aleatoria. En el caso de que, aún así, no se respete el aislamiento, habrá un segundo nivel de actuación en el que, mediante los boletines de denuncias de la autoridad sanitaria, se apelará a la autoridad judicial para que ratifique el confinamiento.
La previsión es que se empiece a trabajar en el contenido de este acuerdo de forma inmediata, y según reconocieron, se hará por las zonas de mayor incidencia del virus. En cuanto al número de efectivos que será necesario, el delegado del Gobierno explicó que, dado que tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil y las policías locales tienen también “otros contenidos”, habrá que trabajar en coordinación en los cecopis para “diseñar” los controles para “aquilatar” el detalle de esos controles.
Lo que por ahora se descarta es la posible intervención del Ejército en estas tareas, con lo que su presencia en la Comunidad se limitará a las tareas de rastreo. “Nadie nos ha trasladado la preocupación por que sea el Ejército”, reconoció Izquierdo, a lo que Fernández Mañueco apostilló que “la ayuda del Ejército en los rastreos es más que suficiente”.
El presidente de la Junta incidió en que los trabajos de control se centrarán principalmente “en aquellas ciudades o municipios con mayor incidencia” y en las personas que no cumplen el aislamiento requerido, algo en lo que ambas administraciones ya trabajan de manera conjunta desde hace meses pero que ahora se va a intensificar ya que la colaboración en la propia estrategia de confinamiento ha funcionado “a un nivel operativo adecuado”.
Fernández Mañueco recalcó que la “obsesión” es “luchar contra el virus”, y aunque descartó que la situación actual esté al nivel de la registrada en marzo o abril, abogó por tomar medidas preventivas o restrictivas en algunos casos. Además, explicó que las comunidades autónomas se encuentran “en primera línea de batalla” en cuanto a la gestión esencial y por ello tienen que estar “en la máxima defensa” de los servicios públicos esenciales.
Además de facilitar un mayor control de aquellas personas que tienen que guardar la cuarentena por orden sanitaria, este protocolo impulsará cauces de comunicación entre las administraciones “más ágiles” para que las medidas que tome la autoridad sanitaria “puedan cumplirse” y haya una respuesta “más ágil e inmediata”.
La colaboración se materializará a través de los Cecopi. En el autonómico se hará un diseño de la actuación en la Comunidad y en los provinciales se materializará a nivel operativo para determinar cómo se tiene que trasladar la información por parte de la Junta y repartir el trabajo entre los inspectores, la Policía Local y las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado. De cualquier forma, Izquierdo puntualizó que ambas administraciones no han dejado de trabajar y la colaboración a través del Cecopi es “una labor prácticamente diaria y al minuto”.
Pese a las medidas adoptadas por la Comunidad, Fernández Mañueco insistió en que las administraciones no pueden “actuar solas” sino que requieren de “la colaboración de todos” con la “responsabilidad individual” de los ciudadanos, a quienes pidió “plena implicación”. Aunque reconoció que “la inmensa mayoría” tiene ese compromiso, existe aún “una minoría insolidaria” que vulnera los aislamientos y que es quien genera “riesgo para la salud de las personas de Castilla y León y de España”, además de que ponen en riesgo “una pronta recuperación económica y las certidumbres sanitarias que más necesitamos en estos momentos”.
Izquierdo puso de relieve la relevancia que tiene trasladar a la ciudadanía que tenga una PCR positiva o esté a la espera de hacerse la prueba tras haberse estado en contacto con un positivo la importancia de quedarse en casa. Aunque apostilló que se trata de “una minoría” el número de ciudadanos que no respetan el aislamiento, uno de los objetos de la actuación fruto de este convenio será llevar a cabo “una actuación disuasoria” para que las personas respeten las cuarentenas, algo en lo que coincidió también el presidente de la Junta.
En beneficio los ciudadanos
El presidente de la Junta recordó que “el virus sigue entre nosotros” y hay que “vencerlo entre todos”. Además, recalcó que los principales beneficiarios del acuerdo que hoy se ha ratificado serán “las personas a las que servimos la Junta y el Gobierno” porque “en la lucha contra el virus no hay colores políticos, no hay fronteras ni diferencias” y hay que dejar a un lado “las disputas y conflictos”.
“Aquí ganamos todos o perdemos todos”, aseveró Fernández Mañueco, quien dijo que “todos somos responsables de la salud de todos”, además de que la lucha contra “esos posibles irresponsables” tiene que ser “de todos” y “todos somos imprescindibles para poder conseguirlo”, apeló.
Espíritu constructivo
Por último, tanto el delegado del Gobierno como el presidente de la Junta reconocieron la buena colaboración desde ambas administraciones en la lucha contra la pandemia. “Ha sido de franca colaboración y se lo quiero agradecer a quien representa al Gobierno de España” en Castilla y León, dijo Fernández Mañueco. De hecho, aclaró que la firma del acuerdo ha sido posible gracias al “franco diálogo” entre estas administraciones.
Igualmente pusieron de relieve el trabajo desarrollado por las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado en la lucha contra la pandemia, no solo durante el periodo en el que se prolongó el estado de alarma, sino también ahora con las medidas que está tomando la Junta.