Castilla y León es una comunidad envejecida, con un nivel de gente joven escaso y un dudoso recorrido poblacional de futuro
Esto es lo que revela un nuevo estudio de proyección poblacional del Instituto Nacional de Estadística (INE), que refleja que la comunidad sería la que más habitantes perdería de toda España en 2035, con un total de 239.054 habitantes menos dentro de 15 años.
Este dato deja a Castilla y León como la comunidad autónoma de España con mayor pérdida poblacional en 2015, por delante de Galicia (-178.257) y Asturias (101.436); en el lado opuesto, Madrid contaría en 2035 con 614.049 habitantes más, por los 414.061 de Cataluña y los 188.272 de Canarias.
Según el INE, las proyecciones muestran la evolución que seguiría la población de España en el caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales. Según las proyecciones publicadas, en los 15 próximos años España ganaría 954.497 habitantes (un 2,0%), hasta superar los 48 millones de personas en 2035.
En 2070 la población alcanzaría los 50,6 millones, con un incremento de 3,2 millones de personas. El progresivo e ininterrumpido aumento de las defunciones, siempre superior al número de nacimientos, daría lugar a un saldo vegetativo negativo durante todo el periodo proyectado.
Este saldo vegetativo negativo sería superado por el saldo migratorio positivo, lo que provocaría un aumento de población durante todos los años del periodo proyectado. El aumento de población se debería por tanto, exclusivamente, a la migración internacional.
POR COMUNIDADES
De mantenerse las tendencias demográficas actuales, se observaría una evolución dispar por comunidades autónomas en los 15 próximos años. Así, se darían aumentos de población en ocho y descensos en las otras nueve.
Los mayores incrementos relativos se registrarían en Illes Balears (14,9%), Comunidad de Madrid (9,1%) y Canarias (8,4%).
Por el contrario, los descensos más acusados se darían en Principado de Asturias (–10,0%),
Castilla y León (–10,0%) y Extremadura (–8,3%).
NACIMIENTOS
El número de nacimientos seguiría reduciéndose hasta 2027, continuando con la tendencia
iniciada en 2009 No obstante, a partir de 2028 los nacimientos podrían comenzar a aumentar debido a la llegada a las edades de mayor fecundidad de generaciones cada vez más numerosas. En concreto, las nacidas a partir de la segunda mitad de los años 90. Pese a ello, los nacimientos siempre estarían por debajo de las defunciones.
MUERTES
El efecto de la COVID-19 se refleja en una disminución coyuntural de la esperanza de vida al nacimiento en 2020, que se estima que bajaría en 0,9 años para los hombres y en 0,8 años para las mujeres. Este descenso se recuperaría en 2021.
La esperanza de vida al nacimiento alcanzaría en 2069 los 85,8 años en los hombres y los 90,0 en las mujeres, con una ganancia de 4,9 y de 3,8 años, respectivamente, respecto a los valores actuales. Por su parte, la esperanza de vida para las personas con 65 años en 2069 sería de 22,5 años para los hombres (3,8 más que actualmente) y de 26,3 para las mujeres (3,6 más).
ENVEJECIMIENTO DE LA POBLACIÓN
La proyección muestra también el proceso de envejecimiento de la población residente en España. De mantenerse la tendencia demográfica actual, el grupo de edad más numeroso a 1 de enero de 2020, que son los nacidos en los años 1970-1979 (es decir, las personas entre 40 y 49 años), lo seguiría siendo en 2050 (con edades entre 70 y 79 años).
En los últimos años de la proyección se daría un cierto rejuvenecimiento poblacional conforme se vayan extinguiendo las generaciones de nacidos en los años 70 del siglo XX, de mayor fecundidad. Así, los grupos más numerosos a 1 de enero de 2070 serían los nacidos entre 2005 y 2014, cuyas edades estarían entre los 55 y 64 años. La población entre 20 y 64 años, que actualmente supone el 60,8% del total, pasaría a
representar el 51,9% del total en 2050. En 2070 se recuperaría en parte, hasta el 54,4%