¿Cómo puedes respirar mejor en momentos de necesidad? Ese el tema de nuestra columna, sigue leyendo. Bienvenido.
Nos disfrazamos de sencillez y de este modo nos colocamos en el lado de la belleza. Vamos a ver paso a paso un ejercicio de respiración (pranayama) que te ayudará cuando lo necesites y además es un placer y un lujo practicarlo.
Se llama respiración completa o respiración yóguica. Y te lo voy a explicar tal y como lo hago en mis clases cada vez que un alumno nuevo comienza sus clases de yoga. El pranayama que calma.
¿Dónde realizar esta respiración?
Puedes realizarla tumbado o sentado; o caminando o esperando la cola de la tienda o en el atasco de la semana… ¡Donde quieras! Aunque para aprenderla, lo más fácil es empezar tumbado boca arriba.
¿Cómo realizarla? Te cuento paso a paso, hasta que salga sola, sencillamente con tu intención y tu voluntad de hacerla.
- Primero vas a observar de forma consciente cómo estás respirando. Por ahora, mira tu respiración sin modificarla.
- Después, coloca las manos relajadamente en el abdomen, un poquito por debajo del ombligo. Y trata de dirigir ahí tu respiración. Siempre respiraremos por la nariz. Tu inhalación y tu exhalación, cada vez más amplias y lentas hacia tu abdomen. Y te quedas ahí unos cuantos ciclos respiratorios.
- Ahora, reposamos las manos en las costillas, un poco hacia los laterales. Y hacemos el mismo proceso: dirige ahí tu respiración. La respiración en las costillas produce un movimiento tridimensional al inhalar: hacia los lados (se expanden), hacia arriba (se elevan) y hacia atrás (hacia tu espalda). Y al exhalar se recogen, bajan y vuelven hacia delante. Siente ese movimiento y quédate ahí unas cuantas respiraciones.
- En tercer lugar, coloca tus manos en el pecho, busca un lugar cómodo y comienza a respirar solamente ahí, ampliando esa zona y abriendo tu pecho. Disfruta unas respiraciones desbloqueando ese lugar especial.
- Y ahora ya, para hacerla fluida, unimos esos tres lugares. Coloca tu mano derecha en la parte baja de tu abdomen y la mano izquierda en el pecho. Comienza a inhalar desde el abdomen hacia el pecho (sin olvidar los costados) y después exhala desde el pecho hacia el abdomen. Es decir, coges aire de abajo hacia arriba y lo sueltas de arriba hacia abajo. Siéntete como como un vaso de agua, que lo llenas desde abajo y lo vacías desde arriba. Respira con calma y de forma amplia. Disfruta y agradece.
Beneficios de la respiración completa:
- Proporciona una inmensa calma.
- La respiración consciente incrementa automáticamente tu energía.
- Refuerza tu concentración mental.
- Te ayuda a enfocarte mejor.
- Baja el ritmo cardiovascular en momentos de tensión o ansiedad.
- Amplia la capacidad pulmonar.
- Te dejará suave como la seda.
Descubre la respiración completa con esta columna y este vídeo tutorial para sentirte en equilibrio en tiempos de cuerdas flojas.
Que tengas un buen día y cuides tu energía.