Es la segunda vez que ocurre algo así en Salamanca, con su mayor símbolo completamente en silencio debido al toque de queda implantado en Castilla y León.
Es la segunda vez que se implanta el toque de queda, durante al menos dos semanas, con el fin de intentar contener una pandemia que nos está arrasando. La primera fue por un motivo bien distinto: el Golpe de Estado del 23-F (1981).
Ahora la ciudad vuelve a estar en silencio, en esta ocasión ‘solo’ de 22.00 a 06.00 horas, en una medida que comenzó en la noche de este sábado 24 de octubre, 4 meses después del fin del estado de alarma (21 de junio) y más de siete meses después del primer confinamiento vivido (14 de marzo).
Lo cierto es que impresiona, y mucho, ver descansando, en silencio, el mayor emblema de la ciudad de Salamanca, que no es otro que la Plaza Mayor. Así estará al menos 14 días durante 8 horas mientras algunos estudiantes se siguen reuniendo en casas ajenas para emborracharse y festejar no se sabe muy bien qué, mientras algunos vuelven y van a trabajar... o mientras otros duermen.
Cuando dicen que una imagen vale más que mil palabras, quizá ver la Plaza Mayor de Salamanca vacía por obligación sea el mejor ejemplo de ello.