La primera noche de toque de queda en Castilla y León transcurrió mayoritariamente “tranquila”, sin incidentes reseñables y con un “muy alto cumplimiento” de la restricción horaria establecida por la Junta de Castilla y León, según la valoración de los responsables autonómicos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Sin embargo, se impusieron un total de 276 denuncias por incumplimiento del toque de queda, fijado entre las 22 y las seis horas, en las nueve provincias de la Comunidad.
ICAL. Este dato, sin embargo, es “mínimo” en relación al número de intervenciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que mayoritariamente informaron a las personas que se encontraban en las vías públicas después del toque de queda de la entrada en vigor de la restricción y comprobaron que, en un amplísimo porcentaje, esos ciudadanos se encontraban en alguno de los supuestos permitidos por el decreto de la Junta de Castilla y León, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno.
La provincia en la que más actas de denuncia se levantaron fue Burgos, con 98, 75 de Policía Nacional en total, -de ellas 37 en la capital, 12 en Miranda de Ebro, y 21 en Aranda de Duero-, destacando las impuestas a un grupo de cinco jóvenes que celebraban una fiesta en una nave en Villímar, y otras 23 denuncias de Guardia Civil de un total de 81 personas identificadas durante las horas de restricción. Por el contrario contrario, la provincia con menos propuestas de sanción fue Zamora, con tan solo cuatro por parte de Guardia Civil y cero denuncias en la capital.
Por detrás de Burgos, se encuentran Valladolid, con 66 denuncias, 24 de ellas a un grupo de personas que increparon a la Policía Nacional en la Plaza Mayor resistiéndose a desalojar; Salamanca con 33, 25 de ellas en la capital; Segovia con 26, 12 de ellas en el entorno del acueducto, una por desobediencia y 11 personas interceptadas viajando en varios vehículos; León y Palencia, con 14 denuncias cada una; Ávila con 11, todas ellas impuestas por Guardia Civil; y Soria con 10, todas en la capital, por incumplimiento de horario, consumo de alcohol en vía pública y no utilización de mascarilla.
El delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, agradeció profundamente a la ciudadanía el respeto mayoritario a la normativa autonómica y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad el intenso trabajo desarrollado durante la madrugada, que ha transcurrido “sin incidentes reseñables”, poniendo de manifiesto la exitosa coordinación de los cuerpos de seguridad del Estado con las policías locales, cuyos despliegues operativos garantizaron el respeto a las normas.
No obstante, Izquierdo resaltó que, por eficientes que fueran los dispositivos de vigilancia, el positivo balance de esta primera noche de toque de queda no sería posible sin la responsabilidad y solidaridad mostrada por la ciudadanía castellana y leonesa, que una vez más exhibe de este modo ejemplar su madurez y compromiso con el objetivo común, que no es otro que vencer a la pandemia.
Por último, el delegado agradeció también el compromiso de los hosteleros de la Comunidad, por asumir “un sacrificio especialmente perjudicial para su actividad” con estas medidas pese a lo que han sido “plenamente respetuosos” con los horarios de limitación de apertura y movilidad establecidos en las nueve provincias. Por último, Izquierdo confió en que las limitaciones aprobadas por la Junta de Castilla y León dejen de ser necesarias “en el menor tiempo posible” y se traduzcan en un “rápido” descenso del número de contagios y presión en el sistema sanitario.