El Consejo de Ministros extraordinario de este domingo aprobó el real decreto ley que establece un nuevo estado de alarma a nivel nacional desde hoy y durante seis meses. Lo presentará la próxima semana para su aprobación en el Parlamento hasta el 9 de mayo, rindiendo cuentas en el Congreso cada quince días.
El Ejecutivo ha discutido el texto elevado desde la Vicepresidencia Primera durante algo más de dos horas hasta cerrar el texto que finalmente ha quedado aprobado.
El nuevo estado de alarma se ha establecido a petición de varias autonomías (ninguna del PP) para dar soporte a los toques de queda decretados en algunas de ellas como Castilla y León y Valencia. El toque de queda se establece entre las 11 de la noche y las seis de la mañana, pero las comunidades autónomas pueden adelantarlo o retrasarlo una hora (el de Castilla y León podría quedar así entre las 22 horas y las cinco de la madrugada).
Además, esta figura permite decidir otras restricciones de aforos y reuniones, pero de momento no se plantea un confinamiento domiciliario como el de marzo, aunque ya no habría impedimentos para decretarlo si empeora la pandemia.
La idea del Gobierno es aprobarlo hasta el 9 de mayo, aunque depende a los apoyos que pueda obtener. Ahora los tiene (no el del PP), pero eso puede cambiar en el tiempo, como ocurrió con el estado de alarma de marzo, que al final ya no tenía apoyos para prorrogarlo. La próxima semana someterá esta iniciativa a la aprobación del Congreso. «Seis meses es el tiempo que se necesita para superar la etapa más dañina de la pandemia. Si la situación de la pandemia lo permite lo levantaremos sin demora, ni un dúa más ni uno menos», explicó.
Precisó que se trata de evitar el confinamiento general que ahora no se contempla, con el impacto que eso tiene en la economía nuestra salud mental, «pero cuanto más nos quedemos en casa y menos contactos tengamos más estaremos protegidos y protegeremos a los demás, porque menos posibilidades tendrá el virus de propagarse».
Por eso pide a los ciudadanos respetar las normas, limitar desplazamientos y contactos innecesarios, y tener disciplina social como comunidad. «Depende de nosotros levantar un muro de unidad mientras tenemos una vacuna que ponga fina esta desdicha de manera definitiva», comentó. «Comprendo la angustia de los ciudadanos y su cansancio, porque no sabemos cuando llegará ese remedio definitivo. Por eso me gustaría darles las gracias», afirmó.
Apeló de nuevo a «la unidad, disciplina, resistencia y moral de victoria» para lograrlo. Dijo que «es un virus con tras características» al de la primera ola, como se ha podido ver, al tener menos letalidad y afectar cada vez a personas más jóvenes.
La movilidad de los ciudadanos entre distintas comunidades autónomas la pueden restringir los propios gobiernos regionales que pueden decretar cierres perimetrales de la región o de municipios y provincias.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, explicó que el estado de alarma es «la herramienta constitucional más eficaz para situaciones extremas como la que estamos viviendo, para frenar la curva de contagios y mantener a raya al virus».
Las demás restricciones se adoptarán en el ámbito autonómico con base en los criterios aprobados esta semana ateniéndose al número de positivos por cada 100.000 habitantes y la situación de los hospitales.
Menos de 25 casos por cada 100.000 habitantes es un riesgo bajo y es el objetivo que persigue el Gobierno con la declaración del estado de alarma. Más de 25 es un riesgo medio. Más de 150 es un riesgo alto y más de 250 es extremo. España tiene ahora más de 300, y Salamanca capital, más de 700.
El otro criterio para determinar el grado de riesgo y, por lo tanto, modular las restricciones a aplicar, es el porcntaje de camas que ocupan los enfermos covid en planta y en la UCI. En planta no puede superar el 15% y en la UCI el 25% (en Salamanca los enfermos covid ocupan ahora el 48% de las camas UCI).