Sabido es que no siempre el éxito de crítica se corresponde con el éxito de público. Basta observar las críticas obtenidas por las películas más taquilleras para constatar lo anterior, y el ejemplo de la saga “Torrente” disipa cualquier duda al respecto.
Viene a cuento lo anterior del resonante éxito de crítica obtenido por Pablo Casado tras el lidiar en el coso de la Carrera de San Jerónimo ese morlaco cornalón, burriciego y tobillero que representaba la moción de censura presentada por Vox. La determinación con qué Casado echó la pata “palante” plantando cara a Santiago Abascal ha sido muy celebrada por todo el universo mediático, excepción hecha del reducto liderado por el estupefaciente Jiménez Losantos, acérrimo partidario de la formación ultraderechista.
La inmensa mayoría de los cuadros dirigentes de PP respaldan el golpe de timón con el que Casado ha roto amarras con Vox, poniendo fin a su errática estrategia frente al partido que les arrebató varios millones de electores. Pero la militancia de base del PP no está tan segura de que esa brusca ruptura con el partido de Abascal constituya la mejor receta para recuperar a ese electorado. Y aunque a diferencia de lo que ocurre en Madrid, Andalucía y Murcia, en Castilla y León el gobierno de Fernández Mañueco no necesita para nada a Vox, las bases del PP no se sienten nada a gusto con esa guerra declarada entre dos partidos cuyo enfrentamiento alfombra el camino de la izquierda hacia el Poder.
Los sondeos de intención de voto realizados tras la moción de censura indican que esa euforia mediática en torno a Casado no es compartida por el electorado y, sobre todo, que el revolcón parlamentario sufrido por Abascal no merma el apoyo electoral a su partido. Dos de estos sondeos, los difundidos por “OK Diario” y “20 minutos”, arrojan un ascenso electoral de ambas formaciones con respecto a los resultados de las últimas generales, si bien en el primero de ellos el PP retrocede en relación al sondeo realizado por el mismo medio en mayo pasado. El sondeo de “Sigma dos” para “El Mundo” es el único que registra un leve retroceso de Vox (-0,3 décimas) frente a un notable avance del PP ( +3 puntos), mientras que el de Electomanía señala por el contrario un ascenso de Vox (+0,4) y un descenso del PP (-0,2).
Así pues, a tenor de estas prospecciones demoscópicas no parece que el éxito de crítica cosechado por Casado se vea acompañado -más bien, todo lo contrario- del éxito de público, que es a la postre lo único que cuenta.