La Guardia Civil desarticuló en Zamora, con la denominada ‘Operación Isla Azul’, una red de trata de seres humanos y liberó a 20 personas explotadas laboralmente, además de detener a seis integrantes de la organización.
Juanma de Saá / ICAL. La investigación empezó el pasado mes de enero, cuando los agentes, como parte de su trabajo de prevención de delitos en el ámbito de las instalaciones agrícolas y ganaderas, detectaron a varios trabajadores de origen extranjero que hacían labores agrícolas en diferentes explotaciones y en los que “se daban indicadores de trata de seres humanos”, según señalaron fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Zamora a Ical.
Al analiza la información sobre esos trabajadores y las explotaciones agrícolas, la Benemérita comprobó que todos estaban relacionados con una sociedad que intermediaba y contrataba sus servicios de los trabajadores con las explotaciones y determinó que esa empresa controlaba a un grupo de trabajadores a los que no había dado de alta en la Seguridad Social ni abonaba los trabajos que realizaban tanto en las explotaciones como en las viviendas de los explotadores.
En este sentido, “justificaban” que el salario se destinaba a saldar la deuda que habían contraído por el traslado, la manutención y el alojamiento. Además, eran obligados a realizar labores en las viviendas
La organización delictiva, que se encargaba cobrar lo trabajos realizados por las víctimas, ejerciendo como una empresa de servicios especializados en labores agrícolas, llegó a facturar más de 120.000 euros, según las mismas fuentes. Tras las investigaciones, la Guardia Civil registró dos domicilios y detuvo a los seis miembros de la red.
La operación, desarrollada por agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y el Equipo Roca de la Comandancia de Zamora, contó con la colaboración de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Por su parte, Cruz Roja y Cáritas Diocesana de Zamora se encargaron de proteger a las víctimas.