Uno de los aspectos fundamentales en estos tiempos de coronavirus para frenar los contagios en el trabajo es la ventilación de la oficina o espacio laboral.
¿Qué hacer para llevar a cabo una correcta ventilación de nuestra oficina? El portal inmobiliario Idealista.com ofrece una serie de consejos para evitar la propagación del virus; y no, en muchos espacios no basta con abrir las ventanas.
Puede que te hayas planteado cómo debes ventilar tu casa si vas a mantener una reunión de las permitidas (recuerda, seis personas como máximo). O cómo debe estar ventilada la oficina, tu espacio de ‘coworking’ al que vas varias veces a la semana, etc. Puedes pensar que quizás, con abrir las ventanas en el colegio de tu hijo sea suficiente… Y a lo mejor no es así.
Pablo García, fundador de Atrezo Arquitectos, nos da las siguientes claves para saber cómo deben estar ventilados los distintos espacios.
“Excepto viviendas, el resto de edificios de diferentes usos como son colegios, oficinas, hospitales, restaurantes etc, deben disponer de un sistema de ventilación para el aporte del suficiente caudal de aire que evite la formación de elevadas concentraciones de contaminantes. Si bien es cierto que esta obligación entró en vigor en 2007 y su cumplimiento antes de la fecha no es obligatorio, debería servir para futuras reformas o para adaptar nuestros edificios”, comenta García. Máxime en tiempos de pandemia sanitaria.
“En función del uso de los edificios, tenemos 4 categorías de calidad del aire interior. Esta en la calidad que deberíamos estar respirando en estos lugares”:
IDA 1 (aire de óptima calidad): para hospitales, clínicas, laboratorios y guarderías.
IDA 2 (aire de buena calidad): oficinas, residencias (locales comunes de hoteles y similares, residencias de ancianos y de estudiantes), salas de lectura, museos, salas de tribunales, aulas de enseñanza y asimilables y piscinas.
IDA 3 (aire de calidad media): edificios comerciales, cines, teatros, salones de actos, habitaciones de hoteles y similares, restaurantes, cafeterías, bares, salas de fiestas, gimnasios, locales para el deporte (salvo piscinas) y salas de ordenadores.
IDA 4 (aire de calidad baja): resto.
“Esto significa que, para alcanzar dichas calidades, tendremos que estar metiendo aire de fuera y además, tendrá que pasar por unos filtros que garantizan que queda limpio de virus y bacterias”, explica.
Los caudales de aire por persona son los siguientes:
IDA 1 – 72m3/h
IDA 2 – 45m3/h
IDA 3 – 28m3/h
IDA 4 – 18m3/h
“Es decir, hay que multiplicar esos valores por el número de personas que habrá en el espacio y nos saldrá qué cantidad de aire debe ser sustituida cada hora. Para hacernos una idea, y si ponemos como ejemplo un colegio, una clase con 20 alumnos debería de renovarse 900m3 cada hora y lo único que garantiza cumplir con ese valor es que sea forzada, es decir, la ventilación natural abriendo las ventanas no sería válida”, detalla García.
¿Y por qué la mayoría de los colegios no tienen de estos sistemas? “Porque se construyeron antes y la norma solo obliga a los de nueva construcción», aclara el arquitecto.
Ante la duda de si se podrían implantar estos sistemas de ventilación en estas instalaciones, García explica que «depende de cada edificio, pero si fuese posible, sería una obra muy recomendada».
Llegados a este punto, si solo tenemos nuestras ventanas para ventilar resumimos algunos consejos. El primero es intenta que sea de forma cruzada, porque el aire tiene que moverse.
Si la máquina de aire acondicionado tiene la opción ventilación, pero no dispones de los filtros HEPA, el consejo es no usar esa función.
Por último, mide la concentración de CO2 (desde la pandemia los medidores de CO2 se han puesto muy de moda) y si supera la máxima admitida, ventila tantas veces como se necesite. Y esta es la concentración de CO2 en función de la calidad exigida.