El sector de los gimnasios vive una situación muy complicada con motivo de la pandemia de la Covid-19, que está privando a muchas personas de realizar una actividad; también el del yoga, que proporciona un equilibrio físico y mental tan necesario para muchos en la actualidad.
Pero, se han visto relegados a un segundo plano, al igual que la hostelería, siendo algunos de los paganos de la incidencia de la pandemia de la Covid-19 y de las decisiones más o menos acertadas de los políticos.
Pero, ¿qué piensan los propietarios de gimnasios y centros de yoga, al margen de los problemas económicos que esta situación pueda causarles? ¿Por qué es bueno hacer deporte y cuidar la mente y el cuerpo?
“El deporte es salud y salva vidas, no veo adecuado que nos metan en el mismo saco que el ocio porque somos parte de la solución, no del problema; con esto no quiero decir que los bares y restaurantes tengan que cerrar, ni mucho menos, pero en los gimnasios los estudios señalan que solo se producen el 0,25% de los contagios; también tengo claro que es complicado contentar a todo el mundo”.
Así de claro y contundente se ha mostrado Álex Rebollo, gerente de varios centros deportivos, entre ellos el gimnasio FitUp Salamanca, que reivindica la vuelta a la actividad ‘normal’ por el bien de muchas personas.
“En mi caso, se controla el aforo, ya que no puede haber nunca más del 50% del permitido y es algo que se lleva a rajatabla, igual que la mascarilla; nadie se la pude quitar en ningún momento. Yo he hecho obras en el centro para que haya más espacio y sea más diáfano, y en algunas zonas he colocado un filtro Hepa, que recoge y elimina cualquier tipo de bacterias o virus, se usa en las cabinas de los aviones y demás”, explica Rebollo.
Esto quiere decir que los gimnasios sí que se han preparado para poder luchar contra la pandemia y que los contagios, si es que los hay, sean mínimos. “Cuando hablamos del deporte, lo hacemos en dos vertientes; una de la salud física, que es muy importante para muchas personas. Nosotros tenemos casos en el gimnasio de usuarios que están haciendo una rehabilitación en el centro o están recuperándose poco a poco de una grave enfermedad, y ahora ya no tienen esa opción”, destaca Rebollo. “Cuanto más deporte haga una persona, mejor y más fuerte estará su sistema inmunológico”.
Al mismo tiempo, el gerente de FitUp Salamanca hace hincapié en el no menos importante aspecto psicológico: “Para mucha gente, el hecho de venir al gimnasio a hacer deporte es una válvula de escape; gente que viene todos los días porque es una terapia para ellos y mucho más con la situación actual que nos ha tocado vivir”, explica.
En cuanto a las medidas higiénicas y sanitarias que lleva a cabo en su gimnasio de la capital salmantina, nunca se supera el 50% del aforo. “Es imposible porque hay que reservar mediante una App, poniendo la hora a la que quieres venir con 24 horas de antelación, y eso queda registrado. Una vez que se cumple el 50% del aforo, el torno de la puerta no se abre porque está programado para ello y no puede entrar nadie más. Por ello, la gente que va sin reservar hora y día tiene el riesgo de quedarse fuera”, analiza Álex Rebollo.
La mascarilla, obviamente, “es obligatoria en todo momento y estamos muy pendientes de esto y de que se cumplan las normas. Tenemos cámaras instaladas en la recepción y en mi despacho para vigilar en todo momento que nadie se quite la mascarilla. Ya nos ha tocado apercibir a algún usuario por escrito por este motivo, y si no se cambia de actitud, se procederá a la expulsión del gimnasio”.
Asimismo, es obligatorio que cada uno lleve su toalla, desinfectando cada uno la máquina cuando la termina de usar, “con un refuerzo del servicio de limpieza que hemos llevado a cabo para que haya más seguridad. Incluso en los vestuarios las taquillas están más separadas y algunas no se pueden usar para que la gente mantenga la distancia de seguridad. Con las duchas pasa algo similar, son todas individuales”, explica Rebollo.
Por último, el gerente de FitUp Salamanca asegura que está situación supone un golpe duro porque “ya no es solo que te obliguen a cerrar, hay que ganarse la confianza del usuario de nuevo. En estos dos meses que hemos estado abiertos, la gente ha estado muy contenta y satisfecha con el servicio. Y hay un dato que asevera todo esto y es la presencia de la gente mayor, que tiene más riesgo, y los habituales han acudido al gimnasio casi a diario, sinónimo de seguridad”.
Los centros de Yoga, también perjudicados
Y si el deporte más físico es importante, el hecho de encontrar el equilibrio entre cuerpo y mente no es menos importante, por lo que el yoga se ha convertido en una actividad capital para muchas personas.
“El principio de la pandemia fue muy triste y creo que hemos vivido dos veces la misma sensación de tristeza y ahora, quizá más de haber perdido la opción de avanzar un poco más. Como quien dice, casi acabábamos de abrir en septiembre y apenas en dos meses hemos tenido que cerrar”.
Ésta es la percepción de Marta Corrionero, profesora de Yoga y propietaria del centro Ganesha Salamanca, quien en el mes de marzo cerró las puertas de su lugar de encuentro con los usuarios el día 12, antes del estado de alarma. “En ese momento, dejamos la actividad presencial sin saber qué es lo que iba a ocurrir… ahora tampoco tiene buena pinta”.
Por ello, y ante este nuevo panorama, “vives en un momento en el que estás tomando decisiones durante mucho tiempo; lo mejor, sin duda, es el hecho de poder trabajar vía on line y con alegría con todos los alumnos que se están apuntando”.
Para Corrionero, hacer las clases o talleres de este modo, también es muy enriquecedor. “Estoy muy contenta, la verdad porque es un formato en el que también se puede trabajar porque como maestra el mensaje no cambia nada, aunque es cierto que en el centro tienes más libertad para poder charlar después, tomar un té en un salón… cosas que así no se pueden hacer”.
No en vano, por el momento la gente está respondiendo a esta modalidad porque el yoga “ayuda a serenarte, a pensar más positivo y relajado y a intenta ver las cosas desde un modo más pausado. Es obvio que nos han metido en el grupo equivocado con el ocio, aunque que quede claro que también sirve para desconectar y vivir mejor la vida. Pero en el caso del yoga, ejercitamos los pulmones, el sistema respiratorio, la calma, el corazón, el ritmo cardíaco… es salud. Y hacer una restricción con este tipo de actividades no sé si servirá para algo porque cumplimos con las medidas sanitarias ya que cada uno trae su material de casa y la mascarilla es siempre obligatoria”, explica Marta Corrionero.
De hecho, “ahora veo mucho más necesario que nunca una actividad como ésta por la situación límite que estamos viviendo con mucha incertidumbre, mucho estrés y sin saber qué nos va a pasar. Por eso, esta hora y cuarto u hora y media de clase diaria ayuda a mucha gente, que es el objetivo final, porque estamos sobreinformados”.
Ahora, la gran pregunta es… ¿cuándo comenzará la actividad normal tal y como se conocía antes? “No creo que las noticias que están llegando sobre la vacuna sean ya definitivas ni que vayamos a ver la luz pronto; creo que aún falta mucho para eso probablemente hasta finales de primavera o verano no esté todo más estabilizado”.
Mientras tanto, en muchos casos, solo queda sobrevivir a esta delicada situación que nos ha sorprendido a todos…