[dropcap]D[/dropcap]e todos los tugurios de todas las ciudades del mundo tuvo que venir justo al mío. Frase mítica que dijo Rick – Borgart- en Casablanca. Parafraseándolo, de todas las fotos que hay del don Juan Carlos, Pilar Eyre tuvo que escoger para la portada de su libro, Yo, el rey, la del emérito vestido con dos de los símbolos más charros, el botón y la capa.
Lo bueno es que en las librerías de toda España y, si se traduce a otros idiomas el libro, conocerán los lectores, la joya por antonomasia de Salamanca, su botón, que incluso se puede ver en el tejado de la Torre del Clavero, y la capa, una de las prendas más elegantes para protegerse del frío seco que tienen los hombres.
El libro de Pilar Eyre se pregunta que cómo Juan Carlos I, un rey con una fuerza icónica única en Europa, con un país a sus pies, con ciertos políticos cómplices, con dinero y con las mujeres más guapas del mundo, pudo jugárselo todo.
En su carrera hacia el abismo fue dejando atrás familia, amigos, prestigio, honorabilidad? ¿Fue por una mujer? ¿Por amor al dinero? ¿Por inconsciencia o por arrogancia?
Las respuestas están en el libro de Pilar Eyre que es crudo, trepidante y conmovedor. Está todo: el rey y el hombre. El niño atemorizado, un juguete en manos de su padre y de Franco, el adolescente que mató accidentalmente a su hermano, el chico enamoradizo y frívolo que coleccionaba novias, el joven que se vio obligado a casarse con una mujer a la que nunca amó. Pero también el ser atormentado y depresivo cuya vida más íntima y sus momentos más secretos se desgranan por primera vez en estas páginas con claridad estremecedora.
Juan Carlos I necesitaba la pluma sincera y valiente de Pilar Eyre para retratar hasta el mínimo y oculto detalle todos los aspectos de su vida, desde su lucha por el trono a sus años de fulgor y su lamentable crepúsculo.