El sector turístico de Salamanca está viendo cómo sus perspectivas de negocio se van al traste por culpa de la pandemia del coronavirus.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) son demoledores y muestran la implacable contundencia de la situación actual con el sector hotelero; no en vano, en octubre del presente año 2020, la cifra de trabajadores empleados en la provincia fue de 672, inferior a los 741 del mes anterior, septiembre, pero mucho más deprimente que la de octubre de 2019, en el mismo mes del año anterior.
Entonces, había 1.233 trabajadores de este sector en la provincia de Salamanca, un nivel que se ha mantenido más o menos en el mismo rango en años anteriores, tomando como referencia el mes de octubre. Este hecho no hace otra cosa que afirmar el ‘hachazo’ de la pandemia al turismo.
Obviamente, también se ha visto reducido el número de establecimientos hoteleros abiertos, al igual que el de habitaciones; en el primer caso, en octubre de 2020 hubo 165 hoteles disponibles, por los 195 de octubre de 2019 o los 200 de octubre del año anterior, 2018.
Algo similar ocurre con las habitaciones disponibles, con una diferencia notable entre las 4.068 de octubre de 2020 y las 5.596 de octubre de 2019 o las 5.733 de un año antes. Todo esto, claro está, hay que extrapolarlo al sector de la restauración, con todas las pérdidas económicas que ello conlleva.