El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, lamentó la muerte de una hembra de oso pardo en una cacería «autorizada» en la reserva regional de Fuentes Carrionas, en la Montaña Palentina, y aseguró que la administración de Justicia determinará lo sucedido el domingo, tras el disparo de un cazador al confundir a la osa con un jabalí, según las primeras investigaciones facilitadas por la Junta y la Guardia Civil.
Ical.- «No soy yo el que tiene que valorar, sino la administración de Justicia», dijo. Suárez-Quiñones detalló que «la cacería estaba autorizada y que se había seguido el protocolo para la protección del oso, de la mano de unas vigilancias previas para identificar y averiguar la presencia de ejemplares antes de autorizar las cacerías». Todas las medidas «se habían cumplido estrictamente», aclaró.
Apuntó que tras ocurrir el suceso se pusieron en marcha los protocolos establecidos, donde el personal medioambiental, junto con la Guardia Civil, han construido el atestado, la investigación y la identificación de la persona que realizó ese disparo, por lo que se pondrá a disposición de la Fiscalía. Aun así, lamentó de nuevo que una hembra de oso haya resultado muerta, dado que» es una población que está en repoblación y en un estado de conservación cada vez más favorable gracias a la colaboración de diversas comunidades autónomas», aseveró el consejero de Fomento y Medio Ambiente.
Acciones legales
La Fundación Oso Pardo (FOP) ha iniciado acciones legales para pedir el esclarecimiento de la muerte a tiros de dos hembras de oso pardo durante el domingo, ambas en el transcurso de cacerías de jabalíes. Una de ellas fue abatida en el Parque Natural de la Montaña Palentina por un cazador que, al parecer, la confundió con un jabalí.
La FOP ha solicitado a las Fiscalías Superiores de Justicia de Castilla y León y de Aragón (también se registró otro fallecimiento similar en el Pirineo aragonés) que ordenen el inicio urgente de diligencias de investigación para asegurar la obtención de todas las pruebas necesarias que permitan aclarar lo sucedido y comprobar si hay responsabilidad penal en los actos de caza y ello con todas las garantías procesales requeridas ya que los actos de caza de especies en peligro de extinción pueden conllevar penas de hasta dos años de privación de libertad, y tres años, si es un espacio natural protegido.
Suspensión de cacerías
La organización ecologista WWF solicitó este lunes a las comunidades autónomas con poblaciones de oso que suspendan cautelarmente todas las cacerías de jabalí al no ser selectivas -allí se producen la mayoría de las muertes en zonas oseras- en las áreas que puedan considerarse críticas, tanto por su importancia para la reproducción como para la alimentación e hibernación de las dos poblaciones oseras que se encuentran en un estado de conservación más delicado: la subpoblación oriental de la Cordillera Cantábrica y la pirenaica.
También pidió a través de un comunicado que en todas las zonas oseras haya procedimientos necesarios para hacerlas seguras a especies en peligro de extinción como el oso y que se endurezcan las condiciones de la práctica cinegética para evitar sucesos como el de este domingo, con la muerte a tiros de dos osas, una de ellas con una cría, en sendas cacerías celebradas en la Reserva Regional de Caza de Fuentes Carrionas (Montaña Palentina), en Castilla y León, y en la comarca de Ribarogza (Pirineo aragonés).