El sábado del puente de la Constitución ha dejado un intenso tráfico de ciudadanos por el centro, pero sin llegar a formar aglomeraciones inquietantes. Las terrazas de bares y restaurantes, semivacías, mientras que las de los jóvenes iban cogiendo ambiente con 2 grados de temperatura y sensación térmica aún más baja.
Solo en la plaza del Liceo hubo un cuello de botella, donde estaban desmontando la exposición, y luego ante una agrupación de músicos callejeros, que siempre tienen su público. Había colas de gente joven ante algunas tiendas de moda juvenil, esperando a que el aforo permitido volviera a dejar plazas libres.
La calle Zamora, como suele ser habitual, tiene menos tránsito de público, y eso hace que las terrazas plantadas en medio no generen problemas serios de movilidad.
La Rúa, por su parte, ofrecía una escena de terrazas vacías y afluencia de ciudadanos mucho más fluida.