Un total de 4.697 personas falleció por COVID confirmado o sospechoso en Castilla y León entre marzo y mayo, según el avance estadístico de defunciones de los cinco primeros meses, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De ellas, 2.995 perdieron la vida con el coronavirus identificado y el resto, 1.702, con sospechas.
Este balance recoge casi un millar de víctimas mortales más que los datos diarios aportados por la Junta, entre muertes hospitalarias y muertes en geriátricos.
Con estas cifra, las tasas brutas más elevadas de fallecidos por COVID-19 virus identificado por cada 100.000 habitantes durante los meses de marzo a mayo de 2020 correspondieron a Castilla-La Mancha (160,8), Comunidad de Madrid (150,6) y Castilla y León (125,1), la tercera más alta del país. Por su parte, las menores tasas brutas de fallecimientos por esta causa se dieron en las ciudades autónomas de Melilla (2,3) y Ceuta (6) y en Canarias (7,5).
