La letalidad del coronavirus está dejando infinidad de vidas humanas por el camino, muchas más que cualquier otra enfermedad.
Así lo corroboran los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que reflejan que entre los meses de enero y mayo de 2020, la cifra de fallecidos por Covid-19 fue de 569 personas, por las 489 que murieron por algún tipo de tumor en la provincia de Salamanca.
Según el mencionado análisis, otras 312 personas fallecieron sin haber sido confirmadas de Covid-19, pero sin con una sospecha de la enfermedad, mientras que 216 fallecieron como consecuencia de una enfermedad respiratoria, 78 por el Alzheimer, 13 por un suicidio y 10 por ahogamiento.
En total, entre enero y mayo de 2020, el INE señala que fallecieron en la provincia 2.733 personas, mientras que los datos de la Junta de Castilla y León indican que la mortalidad total en los cinco primeros meses del año ha sido de 2.593 personas, 140 menos de las indicadas por el INE.
Asimismo, llama y mucho la atención que de los 2.733 muertos registrados en cinco meses, 515 tuvieron lugar en el domicilio particular, cifra que representa un 19%, por los 1.268 en el hospital de Salamanca, 850 en residencias, 34 en otros lugares y 66 sin constar el lugar. De los 569 fallecidos por Covid-19, 26 lo hicieron en sus domicilios.
Por último, el exceso de mortalidad entre enero y mayo de 2020 respecto a los años anteriores es claro, ya que la media de fallecimientos en los años 2016, 2017, 2018 y 2019 ha sido de 1.823 personas, por las 2.733 de 2020, lo que supone la friolera de 910 muertos más que un año normal, solo en 5 meses y en la provincia de Salamanca.
