La Junta de Castilla y León tiene el objetivo de empezar a vacunar contra el coronavirus el 27 de diciembre, domingo, si llegan a tiempo las 126.000 dosis y se cumplen los plazos fijados por el Gobierno, porque las vacunas llegarán a España el día 26 y al día siguiente ya estarían distribuidas por todas las provincias.
Si no se producen demoras, Sanidad ya lo tiene todo dispuesto con 113 enfermeras (20 en Salamanca) para empezar a poner las vacunas en la primera fase, 63.000 ciudadanos de los colectivos de mayor riesgo y vulnerables, como los mayores que viven en residencias de mayores, sus cuidadores y los sanitarios de primera línea, según explicó la consejera, Verónica Casado.
Casado indicó que hay 56.000 residentes y 18.000 profesionales de primera línea susceptibles de vacunarse en esta primera fase, y que ya cuenta con consentimientos informados en la mayor parte de los geriátricos.
La consejera reiteró que las vacunas son «seguras, efectivas y es importante ponérsela para frenar al coronavirus», aunque recordó la necesidad de mantener las medidas de precaución (mascarilla, distancia y lavado de manos) porque la vacuna de Pfizer consta de dos dosis por persona y cuando se han administrado las dos aún debe pasar otra semana para que el receptor genere los anticuerpos contra el coronavirus.
Una vez inmunizados estos colectivos se pasará ala segunda fase, siempre vacunando a medida que llegan las dosis. En esta segunda etapa los destinatarios de los antídotos serán el resto de mayores de 70 años, los ciudadanos con factores de riesgo, docentes de primera línea, embarazadas y personal de Instituciones Penitenciarias.
En una tercera fase se vacunará al resto de la población. Casado espera que la vacuna se administre al 70 o 75% de los 2,3 millones de castellanos y leoneses antes de julio.