[dropcap]N[/dropcap]o es fácil expresarme escribiendo. Abrir un documento word y formar oraciones, párrafos que ordenen mi pensamiento es un reto al que me enfrento cada 10 o 15 días en este espacio que me ofrece La Crónica de Salamanca.
Para mí, seleccionar unas fotografías y escribir sobre ellas es el camino más cómodo, pero hoy he decidido hacerlo al revés, esperando que las letras me lleven a la ilustración del artículo, buscando otra perspectiva para esta columna.
He pensado poner el foco en la mesa navideña, que este año no reunirá a todos los comensales deseados, pues en esta Navidad donde comen cuatro no comen seis. Mirando a través de un gran angular, podremos observar estos días con objetividad y admitir que no es poco premio estar en nuestras casas para salir en la foto, tiempo habrá de reunir toda la familia en un mismo álbum.
Fotografiando la vida con un macro observamos lo grandes que son los pequeños detalles. Dediquemos estos días a quienes velaron por nosotros en los momentos más difíciles y por supuesto, a todas las personas que día a día soportamos estas adversas circunstancias. Que los deseos sean besos y abrazos la próxima Navidad, como cuando miramos por un ojo pez, creando una ilusión de bola de cristal.
Que cada uno se siente en su mesa esta Navidad.
Salud y buena luz.
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