La nueva cepa del coronavirus surgida en Reino Unido es más contagiosa, pero no causa síntomas más graves ni tiene una tasa de mortalidad más alta que la ya conocida.
Investigadores de Public Health England (PHE), una agencia gubernamental de salud pública, no han encontrado diferencias significativas en las tasas de hospitalización o muerte, según informa Science Alert.
Aunque la variante británica del coronavirus «no causa una enfermedad más grave ni un aumento de la mortalidad», los científicos continuaban con sus estudios.
La nueva variante se detectó en septiembre y generó una ola de nuevas infecciones en diciembre, lo que llevó a otros países a limitar los viajes desde el Reino Unido.
La cepa británica se ha identificado ya en al menos otros 18 países, incluidos España, Alemania, Suecia, Francia, Canadá y Japón.