Hay dos ciudades españolas que están entre las dos mejores del mundo para vivir y trabajar…
El ranking The World Best Cities 2021, elaborado por Resonance Consultancy a partir de una combinación de datos estadísticos y de las reseñas generadas por los usuarios de Google, Facebook o Instagram, sitúa a Barcelona y a Madrid entre las diez mejores ciudades del mundo para vivir y trabajar. La Ciudad Condal ocupa el octavo puesto y la capital de España es la décima en esta clasificación después de escalar dos posiciones en el último año, informa Idealista.com.
La crisis provocada por la pandemia ha afectado al turismo, a la hostelería, al comercio y al ocio. Eso hace que grandes ciudades que se benefician de estos sectores para hacer su destino más atractivo para residir o viajar se hayan visto bastante mermadas. A pesar de ello, Barcelona se mantiene en el octavo puesto y Madrid entra dentro de esta prestigiosa selección.
En este índice de referencia, Barcelona destaca especialmente en apartados como la promoción en internet (7.ª), la calidad urbana (9.ª) y la programación cultural (11.ª). Los responsables de este informe, que tienen previsto celebrar su cumbre anual en las instalaciones de la Fira a finales del mes de abril, destacan el hecho de que diez start – ups con base en Barcelona se hayan consolidado y hayan crecido incluso durante estos meses de crisis. Esas diez empresas son Mediquo, Factorial, Payflow, Holded, Landbot.io, Amenitiz, Learnlife, Tradler, Remy Robotics y Hubtype.
A pesar del Brexit, Londres se coloca en la cima de mejores ciudades de planeta por quinto año consecutivo, de manera que siempre ha liderado desde la creación del ranking. Destaca fundamentalmente por el aire libre, fresco y respirable, por sus paisajes y espacios abiertos, y por su promoción y programación.
Le siguen Nueva York, París, Moscú, Tokio, Dubai, Singapur, Barcelona, Los Ángeles y Madrid. Por ejemplo, de la segunda clasificada se destaca que “el corazón urbano de Estados Unidos fue roto por la pandemia y tiene un largo camino de regreso”, de la capital francesa que “el infierno de Notre-Dame golpeó nuevamente la determinación parisina. Pero la Ciudad de la Luz se construye de manera resiliente”, o de Moscú que “la cautivadora capital de Rusia es una mina de oro cultural que se extiende a lo largo de los siglos”.