Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, confesó sentir un «dolor profundo» con la situación que padecen los hosteleros ante la obligación de tener cerrados sus negocios, pero también con empresarios de otros sectores como el comercio, sin olvidar las más de 7.000 personas que han fallecido por el «maldito bicho» durante la pandemia del Covid-19 en la Comunidad.
ICAL. Con motivo de la presentación de las mejoras en el sistema de atención a la dependencia de la Comunidad, Fernández Mañueco reconoció tener «muchísimo dolor» por estas personas, ya que algunas son cercanas a él. «Es un dolor que llevo en mi mochila y les puedo garantizar que no es una mochila que a uno le guste llevar pero me corresponde. Me ha tocado, en estos momentos, ser el presidente de la Junta y el Ejecutivo autonómico afronta este proceso son seriedad, rigor y entereza, también con esperanza siendo conscientes que con la ayuda de la sociedad vamos a superar este año 2021 al maldito bicho, que es el único culpable de esta situación», reiteró.
En este sentido, recordó, según declaraciones recogidas por la Agencia Ical, que la Junta se ve obligada a tomar medidas para proteger la vida y la salud de las personas pero también para salvaguardar la economía de Castilla y León. Preguntado por la posibilidad de aprobar más restricciones, Alfonso Fernández Mañueco apostó por esperar a ver el resultado de las acciones adoptadas, tanto la semana pasada como ayer martes. Además, precisó que este jueves, con motivo del Consejo de Gobierno de la Junta, se analizarán «en profundidad» todas las medidas.
Y es que el presidente de la Comunidad abogó por un proceso de aumentar o reducir las medidas restrictivas en función de los resultados obtenidos. «Ahora, es necesario serenidad y afrontar con sosiego las acciones tomadas y ver cómo evoluciona la situación epidemiológica en los próximos días, sin perjuicio de que en algún sitio, de manera puntual, puedan adoptarse otras medidas», sentenció. No en vano, señaló que la tercera ola se caracteriza por la «virulencia» y el ascenso «vertiginoso» de la incidencia acumulada, tal y como han corroborado los expertos.
Mañueco eludió hablar de una prórroga de las medidas adoptadas para hacer frente a la tercera ola de la pandemia y prefirió ir «día a día» y «partido a partido», utilizando un símil futbolístico.
Preguntado por si es partidario de un confinamiento domiciliario inteligente durante 15 días, el presidente autonómico manifestó que el Gobierno de España ya ha zanjado este asunto, por lo que no es necesario ahondar en él.