Se sabía, se esperaba y no podía ser de otra manera; los salmantinos sí cumplieron en su mayoría el toque de queda, pero hubo muchos ‘despistados’ a los que se les paró el reloj.
Y así fue porque hasta pasadas las 20.30 horas, el centro neurálgico de Salamanca fue un goteo constante de ciudadanos caminando tan pausada y tranquilamente como si nada pasase en la ciudad.
Varias patrullas de la Policía Local y Nacional llegaron minutos antes de las 20.00 horas de este 16 de enero a la Plaza Mayor para hacer cumplir el toque de queda y hasta pasadas las 20.30 horas que abandonaron el ágora salmantina para patrullar por las calles, no dejaron de pasar los más ‘rezagados’.
Unos porque se habían despistado, otros porque habían apurado hasta el último momento y también hubo quien era consciente de que se había pasado de hora, pero no pareció importarle lo más mínimo.
Es más, hasta casi las 20.00 horas, algunas terrazas de la Plaza Mayor estaban en pleno auge con los más jóvenes apurando los ‘cubatas’ o un restaurante de La Rúa con varias personas comenzando a cenar a las 19.45 horas; muy justos, ¿no?
Cuando la ciudad empezó a despejarse fue el turno de los repartidores de comida a domicilio, que salían desde cada esquina en moto, bici o patinete para calmar las ansias de los salmantinos que, ante la negativa a poder cenar en un restaurante, decidieron llevar el restaurante a su casa.
También hubo quién decidió seguir la fiesta en casa, por la ‘fiebre del sábado noche’ en Salamanca… ¿a las ocho en casa? Pues sí, así es, vayan acostumbrándose que el panorama no es muy halagüeño.
Puedes ver aquí todas las imágenes de antes y después del toque de queda: