Los ladridos de un perro han vuelto a ser protagonistas de una sanción en la capital salmantina por exceso de ruido.
En esta ocasión, los hechos tuvieron lugar a las 01.15 horas del pasado 29 de julio de 2020 en una vivienda del número 60 de la calle Oropéndola de la capital salmantina, tal y como reza la Resolución Oficial:
“Los Servicios Técnicos Municipales han elevado a esta Alcaldía el Informe emitido por el Jefe de la Sección de Calidad Ambiental y el Director de Área de Medio Ambiente con fecha 16 de Noviembre de 2.020 en relación con el Acta de Inspección realizada con fecha 29 de Julio de 2.020, a las 01:15 horas, dejando constancia de las molestias originadas por el ruido de ladridos de perro, procedente de la vivienda sita en la Calle Oropéndola 60 de Salamanca, que suponen la superación en 12 decibelios de los niveles máximos admisibles de ruido, circunstancia imputable a (X) como titular del mismo, que pudiera suponer la comisión de una infracción de carácter muy grave contemplada en la Ordenanza Municipal para la Protección del Medio Ambiente contra la Emisión de Ruidos y Vibraciones, consistente en superar los niveles máximos admisibles de ruido a partir de ocho decibelios (8 dB) tanto en emisión como en inmisión, infracción que podría ser sancionada con multa de hasta 3.000 euros, según contemplan los artículos 36.3.a y 38.1.c de la referida Ordenanza Municipal».
Finalmente, la sanción económica impuesta por superar en 12 decibelios el nivel de ruido permitido fue de 300 euros.