[dropcap]E[/dropcap]s Indiscutible que la actualidad informativa de la semana ha pasado por la agonía y muerte del expresidente del gobierno español Adolfo Suárez. El reconocimiento que se le ha dado a su persona, una vez muerto y, que desgraciadamente no se le dio en vida, ha ocupado todos los espacios informativos, se ha dicho de todo, incluso con excesos de quienes lo traicionaron. Pero yo quiero destacar otra noticia que también ha sido importante y de alguna forma se ha visto nublada por la muerte del expresidente, me refiero a las Marchas por la Dignidad, que concluyó en Madrid en una gran manifestación.
Las cifras de personas que acudieron a la manifestación siempre son dispares, todo depende de donde vengan. Los convocantes apuntan dos millones, algunos medios hablan de varios miles y otros ni lo mencionan, pero las fotografías evidencian una realidad que por mucho que se empeñen algunos por minimizar el éxito de su convocatoria, no pueden. La plaza de Colón estaba llena, y no se veía el límite de gente, por lo tanto vamos a dejarlo en un millón de personas, aun siendo conscientes de que había muchas más.
[pull_quote_left]Vaya por delante decir que siempre he repudiado la violencia, pero lo lamentable es que la mayoría de medios de comunicación se han dedicado a criminalizar la manifestación destacando de forma insistente los disturbios posteriores a dicha manifestación, elementos violentos que nada tienen que ver con la motivación de esa multitud de personas[/pull_quote_left]Vaya por delante decir que siempre he repudiado la violencia, en cualquiera de sus formas. Hay límites que no se pueden propasar y los actos violentos y vandálicos restan legitimidad a las reivindicaciones, pero lo lamentable es que la mayoría de medios de comunicación se han dedicado a criminalizar la manifestación destacando de forma insistente los disturbios posteriores a dicha manifestación, elementos violentos que nada tienen que ver con la motivación de esa multitud de personas que se manifestaron pacíficamente recordándonos a todos que tenemos miles de razones para protestar y salir a la calle.
La Plaza de Colón, abarrotada de gente, el sábado pasado.Debemos de profundizar en los verdaderos motivos de la protesta que no son otros que la indignación de sentirnos engañados. No nos gusta el actual modelo político y económico, nos arrebatan nuestros derechos, nos recortan la sanidad y la enseñanza, y nos quitan el derecho a un trabajo y vivienda digna, mientras contemplamos la degradación de la política, con más de trescientos políticos imputados en presuntos casos de corrupción que lejos de corregirse se agranda y protege, la falta de ética y la forma en que se toman las decisiones hacen que el descontento social haya llegado al límite de la indignación.[quote_box_right]Debemos de profundizar en los verdaderos motivos de la protesta que no son otros que la indignación de sentirnos engañados[/quote_box_right]
Los ciudadanos que participaron en estas movilizaciones pasaron del malestar y la frustración a la indignación y acción. No les faltan motivos para salir a la calle para expresar el estado de ánimo y desencanto que tenemos muchos ciudadanos. Gracias a todos los que se movilizaron de forma pacífica en Madrid para devolver a los ciudadanos su dignidad y derechos.
Eduardo Galeano afirma que “actuar sobre la realidad, aunque sea un poquito, es la única forma de probar que la realidad es transformable”.