Ha sido incluido (un año más) entre los 100 mejores médicos de toda España, junto a su compañero del hospital de Salamanca, Marcos González, jefe del Servicio de Hematología.
Marcelo Jiménez reparte este reconocimiento de la revista Forbes a todo su equipo, porque «tengo la gran suerte de trabajar con un equipo de profesionales magnífico». Profesor titular del Área de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca y jefe de Cirugía Torácica del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca es, además, coordinador de la Unidad de Robótica desde la llegada del robot Da Vinci.
Jiménez cuenta todos los proyectos que llevan a cabo en investigación y en el día a día y muestra su reconocimiento a la buena cantera de médicos que tiene nuestro país, pero sí hecha en falta en Salamanca «más profesorado clínico y quirúrgico».
Como no, analiza y explica su trabajo en plena tercera ola de una pandemia que nos está dejando muy ‘tocados’; «los profesionales de la salud son de los colectivos con más capacidad de resiliencia«, reconoce. Y razón no le falta…
¿Qué supone como profesional estar de nuevo entre los 100 mejores médicos de España?
Un orgullo por lo que supone de reconocimiento a la labor del equipo en el que trabajo.
¿Es un reconocimiento a su trabajo y al de todo su equipo?
Este reconocimiento personaliza en mí el trabajo de todo el equipo; tengo la gran suerte de trabajar con un equipo de profesionales magnífico y gracias a eso hemos podido realizar en todos estos años investigaciones en desarrollo de programas para pacientes que ha hecho que seamos conocidos en los ámbitos nacional e internacional.
¿Qué enfermedades o problemas son los más comunes en Salamanca dentro de su especialidad?
Dedicamos la mayor parte de nuestra actividad al tratamiento del cáncer de pulmón, pero también tratamos otras patologías no tumorales del pulmón, así como tumores del mediastino y de la caja torácica.
¿Algún nuevo proyecto o avance en su especialidad?
Sí, contamos con varios proyectos. La modelización y la prevención de los riesgos de las operaciones de los pacientes que van a ser sometidos a cirugía torácica. Otro es la planificación preoperatoria y diseño de prótesis de pared torácica mediante impresión 3D. También la utilización de células madre para favorecer la cicatrización de las heridas pulmonares.
La navegación electromagnética endoscópica que permite localizar lesiones pequeñas en el pulmón sin necesidad de hacer incisiones traumáticas en los pacientes es otro de ellos.
Y, por último, el programa de cirugía robótica.
Coordina la Unidad de Robótica desde la llegada del robot Da Vinci al hospital de Salamanca, ¿qué supuso la llegada de este avance y cuáles son sus beneficios?
El robot Da Vinci supone un avance importantísimo para aumentar la precisión de las operaciones, lo que repercute en una mayor calidad de la cirugía y una recuperación más rápida y segura. Supone estar en el grupo de hospitales españoles que ofrecen las técnicas quirúrgicas más avanzadas y que van a marcar el futuro de la cirugía.
Hemos realizado casi 500 operaciones, de las cuales el servicio de Cirugía Torácica ha intervenido con éxito a 170 pacientes con tumores pulmonares y mediastínicos. Este es un programa que tiene mucho futuro y que esperamos que, debido el éxito en resultados de salud para los pacientes, el SACYL continúe desarrollándolo con la incorporación de nuevas plataformas robóticas Da Vinci.
También forma a futuros médicos: ¿tiene Salamanca buena cantera en Medicina?
Muy buena; los alumnos de la facultad de Medicina tienen un potencial fantástico. En ese sentido no hay porque preocuparse; sin embargo, la facultad tiene un déficit preocupante de profesorado clínico y quirúrgico, y, en mi opinión, esto si puede poner en peligro el futuro de la formación de futuros médicos en Salamanca.
La Covid-19 no se estudia en las aulas… ¿cómo han aprendido a adaptarse a una situación tan extrema y cómo están los profesionales?
Efectivamente. Y está claro que hay que introducir en la formación todo lo aprendido en esta pandemia. Los profesionales de la salud son de los colectivos con más capacidad de resiliencia, esto es lo que está haciendo que se afronte esta pandemia que en algún momento ha llegado a desbordar la capacidad de nuestro sistema sanitario.
Desde su perspectiva, ¿ha puesto la sociedad de su parte para que termine esta pesadilla?
Yo creo que sí; la mayoría de los ciudadanos ha hecho lo que se les ha pedido. Es difícil trasmitir a la población, de una forma convincente, la gravedad de esta u otras enfermedades y que entiendan la repercusión de la saturación de los centros sanitarios, de los mecanismos de control de una infección vírica o cómo funciona la inmunidad individual y colectiva que proporcionan las vacunas. Cuando los mensajes han sido claros y unánimes la sociedad ha respondido.