Las ferias de este año prometían grandes emociones y resultados. Eran las que más carruseles y puestos traían de los últimos quince años, y los salmantinos respondieron bien, hasta que la llegada de las lluvias aguó la fiesta.
«Hasta el martes el balance es muy positivo«, explica Ángel Lerma, vicepresidente de la asociación de feriantes salmantinos, «pero a partir de ahí fue nefasto por la climatología».
Con la lluvia se vació el real de la feria hasta este sábado, que fue «muy bueno» y el domingo, que llegaba con precios reducidos pero también llovió, «por lo que no ha dado tiempo a recuperar lo de los días de agua«.
«Es como si hubiera habido un primer tiempo bueno y un segundo malo», dice utilizando un símil deportivo.
Lerma dice que hemos tenido las mejores ferias de los últimos años con el peor tiempo de los últimos años.
Las de mayor tirón
Mientras todo iba sobre ruedas, las atracciones que más llamaron la atención de los salmantinos fueron los karts y el castillo del terror, algo previsible, porque esta última ha funcionado bien en todas las ciudades que ha visitado.
Lerma quiere reconocer «es gran esfuerzo» que ha hecho el Ayuntamiento para traer estas ferias y confía en que el próximo ocurra algo similar para mejorar lo que el tiempo estropeó en 2014.
Los feriantes comenzaron a desmontar sus atracciones y puestos esta misma madrugada y posiblemente el jueves esté despejado el recinto para que el rastro vuelva el domingo a la Aldehuela.