El tardeo, la costumbre de adelantar la hora de salir de fiesta, no estaba muy extendido en Salamanca, donde predominaba la noche ya en decadencia, pero la pandemia y, más concretamente, el adelanto del toque de queda, lo han convertido en la única posibilidad de salir a tomar algo.
Entre las limitaciones horarias y el buen tiempo, las terrazas de las zonas de moda de Salamanca estaban llenas este viernes desde las cinco de la tarde.
Veladores casi al cien por cien y más grupos de jóvenes que acudían a las zonas con más ambiente para aprovechar la tarde antes de regresar a sus domicilios.
Otra cosa es la interpretación que se pueda hacer de estas reuniones con la que está cayendo en Salamanca.