El grupo Santander sufrió el pasado año sus primeras pérdidas anuales, por valor de 8.771 millones de euros, después de haber destinado 12.600 millones a sanear el fondo de comercio de sus inversiones históricas y de los activos fiscales diferidos (DTAs) ante el deterioro de las perspectivas económicas a raíz del COVID-19.
Servimedia / Ical.- En el cuatro trimestre aún soportó nuevos cargos por valor de 1.146 millones vinculados, principalmente, con los costes de reestructuración en España y, pese a ello, logró un beneficio atribuido de 277 millones dicho último trimestre, según detalló el banco este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Si se aíslan los extraordinarios por saneamientos en filiales y negocios, su beneficio ordinario alcanzó los 5.081 millones, con un descenso interanual del 38% por las mayores provisiones relacionadas la pandemia para encarar potenciales deterioros de activos.
Las dotaciones por insolvencias subieron en el año en 2.852 millones y se situaron en 12.173 millones, principalmente con motivo de la pandemia. En conjunto, la entidad se ve «preparada para afrontar el año con un fondo de 24.300 millones de euros de provisiones acumuladas”.
El mayor lastre en las cuentas son los 12.600 millones que ya había destinado a saneamientos en junio, de los que 10.100 millones corresponden a ajustes en los fondos de comercio -abarcan el 45 por ciento del total del fondo de comercio del grupo- y los 2.500 millones restantes corresponden a DTAs. En concreto, actualizó los fondos de comercio en sus negocios y filiales en Reino Unido, donde ha destinado 6.101 millones de los saneamientos; en Estados Unidos, con 2.330 millones; en Polonia, con 1.192 millones, y en Santander Consumer Finance, con 477 millones.
“Los resultados de 2020 reflejan la resiliencia y fortaleza del modelo de negocio y de la estrategia de Santander”, explicó la presidenta del grupo, Ana Botín, subrayando que el beneficio antes de provisiones “está en línea con el de 2019 en euros constantes” y el Santander ha “obtenido un resultado ordinario de más de 5.000 millones de euros en un entorno muy difícil”.
“Los resultados de América han sido buenos y los negocios globales han crecido a buen ritmo, lo que nos ha permitido hacer frente a un entorno más difícil en Europa”, indicó, avanzando que “el objetivo es reducir el coste del crédito y lograr un retorno sobre el capital tangible (RoTE) ordinario del nueve y diez por ciento en 2021”. A medio plazo recordó que el grupo se propone “alcanzar un RoTE de entre el 13 y el 15 por ciento y pagar un ‘payout’ en efectivo del 40-50 por ciento, sujeto a la recomendación del regulador al sector”.
A pesar de las pérdidas encajadas en la línea de resultados el banco indicó que el margen de intereses y los ingresos por comisiones mostraron “signos de recuperación” en el segundo semestre, hasta el punto de lograr en el cuarto trimestre sus mayores ingresos de clientes de los últimos dos años en euros constantes.
Su margen de intereses y los ingresos de clientes se mantuvieron “estables” en 31.994 y 42.009 millones de euros en el año, respectivamente, gracias al crecimiento del seis por ciento de clientes vinculados, hasta 22,8 millones. Además, los costes de explotación cayeron un dos por ciento, mejorando su ratio de eficiencia hasta el 47 por ciento.
Precisamente en relación a los costes, el banco detalló que avanza “más rápido de lo previsto en sus planes de eficiencia y ya ha conseguido en Europa los ahorros de 1.000 millones de euros a los que se comprometió en 2019”, de forma que ahora tiene como objetivo nuevos ahorros por valor de otros 1.000 millones en la misma región en los próximos dos años.
Ahorros de costes
En cuanto a la actividad, indicó que logró un “fuerte crecimiento en todas las regiones” de forma que los préstamos y los depósitos a la vista aumentaron un cinco y un 14 por ciento, respectivamente, recuperándose en la segunda parte del año una recuperación del crédito nuevo “hasta niveles preCovid”. Un 79 por ciento del crédito que estaba en moratoria con motivo de la pandemia ya ha expirado y solo el tres por ciento es dudoso, siendo además el 78% del crédito aún con moratorias financiación garantizada.
El aumento de la actividad fue compatible además con una mejora del perfil de riesgo: la tasa de morosidad se redujo en once puntos básicos en el año, hasta el 3,21 por ciento, mientras que la ratio de cobertura alcanzó el 76 por ciento.
En solvencia, el ratio de capital CET1 creció en 69 puntos básicos y se situó en el 12,34 por ciento, superando el rango del 11-12 por ciento que tiene establecido como objetivo. Gracias a esta hucha, el Santander entiende que “tendrá mayor flexibilidad para distribuir el capital y remunerar a sus accionistas” cuando lo autorice el Banco Central Europeo (BCE).
Así anunció que su Consejo de Administración tiene la intención de pagar 2,75 céntimos de euro en efectivo por acción con cargo al resultado del año 2020 tras haber abonado ya 0,10 euros por acción mediante acciones nuevas el pasado mes de noviembre, “dado que esta es la cantidad máxima permitida de acuerdo con el límite establecido por la recomendación del BCE”. A futuro pretende recuperar el ‘payout’ de dividendo en efectivo del 40-50 por ciento del beneficio ordinario en el medio plazo.
En cuanto a la remuneración con cargo a los resultados de 2021, indicó que pretende volver a pagar dividendos “cuando la recomendación del BCE lo permita”, y “mientras tanto, y en línea con lo anunciado en abril de 2020, la política de dividendos se mantiene suspendida”.
Resultados por zonas
Por geografías y en euros constantes, los negocios del banco en Europa contribuyeron un 37 por ciento a los resultados del grupo, aunque su beneficio cayó un 45 por ciento y se situó en 2.656 millones de euros; mientras que Sudamérica aportó un 42 por ciento y Norteamerica, el 21 por ciento.
Por países, el beneficio ordinario cosechado en España se situó en 517 millones, un 67 por ciento menos por las mayores dotaciones, que se vieron parcialmente compensadas con el ahorro de costes (menos diez por ciento). Desde el inicio de la pandemia, el banco ha concedido en España 100.000 millones a trabajadores autónomos y empresas, de los que 30.800 millones fueron préstamos con garantía del ICO. Así su cartera de préstamos subió un cinco por ciento, a la vez que los recursos de clientes (depósitos y fondos de inversión) se incrementaron un cuatro por ciento. Su morosidad mejoró en 71 puntos básicos, hasta el 6,23 por ciento.
En Reino Unido, el beneficio ordinario cayó un 50 por ciento, hasta 530 millones, por los impactos del COVID y regulatorios, aunque en el cuarto trimestre advierte una recuperación “gracias al crecimiento en ingresos, el control de costes y las menores dotaciones”. Su crédito aumentó allí un tres por ciento y los recursos de clientes un ocho por ciento.
El beneficio ordinario en Norteamérica, que incluye México y Estados Unidos, bajó un tres por ciento, hasta 1.492 millones de euros, afectado también por las dotaciones asociadas a los riesgos de la pandemia; mientras que el beneficio ordinario en Sudamérica fue de 2.927 millones de euros, un cuatro por ciento menos.
En Brasil ganó a su vez 2.113 millones de euros, un cinco por ciento menos; mientras que su división de banca de inversión Santander CIB aportó 1.823 millones en beneficio ordinario (23 por ciento) y el negocio de banca privada, gestión de activos y seguros Wealth Management & Insurance sumó un beneficio ordinario de 868 millones (dos por ciento).