[dropcap]S[/dropcap]i durante el fin de semana estás aburrido en casa, abre el libro, porque te va a enganchar”. Así de seguro se muestra Raúl Rivas, autor de Las sirenas de Colón y otras historias prodigiosas de la biología. Y, es verdad, porque el libro te lleva de una historia a otra con facilidad y con el tiempo suficiente para que asientes en la mente como se han ido sucediendo descubrimientos a medida que la ciencia avanzaba.
Es un libro que desvela diferentes mitos que han acompañado a la humanidad a lo largo de la historia, como pueden ser los cícoples, los gigantes, los fuegos fatuos, las caras de Bélmez, el baile de San Vito,…Hay infinidad de propuestas en cada capítulo y dentro de ellos muchas historias con anécdotas, situaciones curiosas, divertidas,… que van a enganchar al lector. Explican desde una manera amena y divertida, por ejemplo qué ocurrió con las Diez plagas de Egipto. ¿Existieron de verdad? ¿A qué fueron debidas? Preguntas que tienen respuestas en el libro de Raúl Rivas doctor en Biología y catedrático de Microbiología en la Universidad de Salamanca.
Disney te va a odiar porque has demostrado que no existen las sirenas…
(Risas) Disney ha moldeado una idea que tenemos de los animales y otros personajes que está muy bien. Me gustan las películas de Disney, pero distan un poco de la realidad.
¿De verdad?
Al menos, las Sirenas no están documentadas científicamente. Pero, sí que existen leyendas a su alrededor.
A Ulises lo tentarían otros cantos…
Probablemente. Tendría muchas tentaciones, pero sirenas como tal, es complicado.
Quizá sólo es que estaba solo en el mar.
Eso puede ser y así se crean muchas historias en las cabezas.
¿Silvio Rodríguez al final ha encontrado su unicornio azul?
(Risas) Los unicornios fueron animales muy buscados durante una época de la humanidad. Perseguidos por el cuerno que decían tenía connotaciones mágicas y curativas. Se pagaba por ello verdaderas fortunas, equiparables al valor de un castillo.
Sin existir…
Sí, pero las personas no sabían que no existían. En realidad hubo muchos que hicieron negocio con ello. Vendían polvo de cuerno de unicornio como si fuera real. Con el paso de los años, al haber más expediciones a los confines del mundo, se dieron cuenta que no existían. Aunque, el unicornio fue buscado hasta bien entrado el siglo XIX en zonas de Asia o África.
Raúl. ¿La mente humana necesita buscar explicaciones para todo lo que desconoce?
Por supuesto. Necesitamos cuadrar, clasificar, comprender,… y si no llegamos a comprender, inventamos historias, leyendas,… que muchas estaban basadas en embriones reales, en gérmenes o situaciones que en realidad sucedían, pero que tenían que ver más con cuestiones mundanas como podía ser la aparición de un brote infeccioso, cataclismos naturales, pero que en esos momentos de la historia no podían ser explicados de otra forma que no fuera que habíamos enfado a los dioses o que el demonio estaba haciéndonos una faena.
¿A qué dioses hemos enfadado con la Covid-19?
(Suspira) Por desgracia, la Covid-19 nos está trayendo muchos pesares. En cierta manera se podía haber previsto, porque ya ha pasado en otros momentos de la humanidad y las situaciones se están repitiendo.
Como las plagas de Egipto que menciona la Biblia, por ejemplo.
Las Diez Plagas de Egipto pueden explicarse perfectamente mediante una metodología científica. De hecho, yo creo que existieron y transcurrieron. En el libro cuento que hay diferentes hipótesis y situaciones que pueden explicar desde la primera plaga que fue la de tinción de las aguas del Nilo de sangre hasta la última, la muerte de los primogénitos. En todas, hay eventos que se han ido repitiendo a lo largo de la historia, pero que pueden vincularse a unas épocas del pueblo egipcio.
Con la Covid-19 la ciencia ha experimentado un auge, al menos los científicos habéis tenido mucha más atención. ¿Crees que ahora se oirá más: Mamá, quiero ser científico?
No lo sé, pero lo cierto es que dentro del panorama tremendo que ha ocasionado la Covid-19, también podemos sacar una cosa positiva. Hace un año el público en general no sabía lo que era una PCR, ahora le suena; un test de antígenos o un coranavirus. Si sabemos manejar la información, si sabemos transmitirla,… será bueno para el futuro. Es posible que fomente vocaciones científicas. Quizá los más pequeños quieran buscar soluciones a enfermedades, que muchos de ellos están sufriendo en diferentes planos, no solo en el físico, también en el social y psicológico. Es posible que en el futuro muchos niños y niñas quieran ser médicos, sanitarios, científicos.
¿Qué importancia tiene que tener la divulgación científica?
Desde mi punto de vista, es esencial para que la ciudadanía comprenda con un lenguaje adecuado, modulado a su percepción y conocimientos la importancia que tiene la ciencia para el devenir de la historia de la humanidad y para el bienestar social del que gozamos ahora mismo. Es cierto que en los últimos años, la divulgación científica ha cobrado una relevancia e importancia que no tenía antes. Pero, es verdad que también lo han copado otras áreas seudocientíficas o charlatanerías que han surgido.
¿Cómo lo diferenciamos?
Es difícil porque vivimos en el mundo de las fake news (noticias falsas) todo el mundo tiene una opinión, pero no un criterio. El criterio hay que buscarlo en las personas formadas en los diferentes campos, con experiencia,… Evidentemente, todo el mundo se puede equivocar, pero dentro de una base, un poso, una trayectoria es mucho más sencillo poder explicar por qué suceden las cosas, a qué se deben, cuáles son los beneficios,… y eso hay que hacerlo en un lenguaje sencillo.
¿Hay una fórmula para desenmascarar a estos seudocientíficos que vemos en tutoriales o en programas de máxima audiencia?
Las nuevas tecnologías han supuesto una exposición pública a muchas personas, pero charlatanes han existido siempre. Las ferias donde se vendían crecepelos, elixir de amor,… eso ha existido siempre, solo se han adaptado a los nuevos tiempos…
Huelen mejor…
Sí, al final todo consiste en lo mismo, en conseguir un rendimiento económico. ¿Cómo podemos combatirlo? Con formación, con la divulgación científica de calidad y haciéndoles ver a las personas que tienen que informarse en medios adecuados, transparentes, oficiales, profesionales,… No todo vale. No es lo es lo mismo leer un blog o incluso la Wikipedia, que la puede modificar cualquiera, que un artículo que haya sido contrastado o validado por expertos externos.