Muchos pueblos de la provincia de Salamanca muestran un aspecto muy distinto al de hace solo unos días.
El efecto de las últimas y cuantiosas lluvias ha cambiado su cara completamente, ya que algunos están rodeados por grandes balsas de agua o por las nuevas ‘piscinas naturales’ que han surgido merced a este fenómeno meteorológico.
Por ello, varios municipios de la comarca de Ledesma como Calzada de Valdunciel, Forfoleda, Torresmenudas, El Arco, Aldearrodrigo o San Pelayo de la Guareña llevan varios días con grandes corrientes de agua a su alrededor, con la ribera de Cañedo como protagonista, y con una gran acumulación de agua corriente durante muchos kilómetros.
Incluso en la localidad de Torresmenudas, el agua que bajaba por una de las calles llegó a ‘saltar’ la carretera que cruza el pueblo por la cantidad de agua existente y el atasco de los sistemas de alcantarillado; muchos de los pequeños huertos con hortalizas o gallinas estaban completamente anegados por el agua.
Asimismo, grandes parcelas, fincas o extensiones de terreno de cereal o pasto estaban completamente cubiertas por el agua en una imagen tan especial como dañina para los profesionales del sector agroganadero de esta zona de la provincia.
No en vano, estas cuantiosas lluvias van a perjudicar (y mucho) a los cereales, porque las tierras acumulan tal cantidad de agua, que los agricultores se verán obligados a esperar al menos dos semanas, o incluso más, para poder entrar en las mismas y surtir a la tierra con el necesario abono nitrogenado y que la planta reciba los nutrientes en el momento adecuado, algo que ya no podrá ser así.
Asimismo, los pastos también se han visto superados por el agua, al igual que las charcas, por lo que el campo salmantino pide una tregua para poder realizar sus labores sin perjuicio alguno para sus bolsillos.
