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Circulaba a 216 km/h y con alcoholemia positiva en la A-50

Iba en un vehículo deportivo de alta gama
guardia civil trafico radar velocidad
Una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico, con el radar.

La Guardia Civil de Tráfico de Salamanca investiga a un conductor que circulaba a 216 km/h y con alcoholemia positiva en la A-50.

                                       

El día 12 de febrero de 2021, a las 16:52 horas fue detectado un vehículo deportivo de alta gama circulando a 216 km/h, a la altura del p.k. 65 de la Autovía A-50 (Ávila – Salamanca), dentro del término municipal de Villar de Gallimazo, sentido Salamanca, cuando la limitación genérica de la vía es de 120 km /hora.

Posteriormente, se realizó de la prueba de alcoholemia al conductor del vehículo, el cual arrojó resultado positivo (0,54 mg/litro de aire espirado), procediendo a la investigación de su conductor, un hombre de nacionalidad española, como presunto autor de un delito contra la seguridad vial, instruyéndose las correspondientes diligencias las cuales fueron remitidas al Juzgado de Guardia de  Peñaranda de Bracamonte.

La Guardia Civil de Tráfico de Salamanca recuerda que se debe circular siempre a una velocidad adaptada a las características de la vía y a las circunstancias existentes y en cualquier caso no superar nunca las velocidades genéricas o específicas de la carretera.

En caso de frenada y/o maniobra brusca debe poder controlar y detener el vehículo en la menor distancia posible, acción que logrará haciéndolo a la velocidad que se determina en cada momento, minimizando así las posibles consecuencias en caso de sufrir un accidente de circulación.

“Este tipo de acciones negligentes y arriesgadas no solo ponen en peligro la integridad de otros usuarios de la vía, sino la propia vida y la de las personas que viajan en el vehículo”, recuerda la Guardia Civil.

La ingesta de bebidas alcohólicas, así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.

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