[dropcap]I[/dropcap]sidoro Alanís es el presidente de la empresa salmantina Global Exchange, la tercera empresa de servicios de cambio de moneda del mundo. Con la excusa de hablar de los Fondos Europeos para la Recuperación, hablamos de su pueblo, Fuentes de Oñoro, del futuro y cómo ha vivido él la pandemia, no solo en España, sino en la veintena de países en los que opera su empresa.
¿Vamos a aprender algo?
No. Cuando se pase la pandemia tendremos un boom de todas las libertades que se nos han recortado, pero es muy difícil aprender de una pandemia que viene de la noche a la mañana, que es mundial y que en un mes paraliza el mundo. Los políticos son los que tendrían que aprender. Deberían hacer protocolos para que si el día de mañana ocurre una pandemia no tengamos 100.000 muertos por culpa de este Estado que tenemos totalmente putrefacto en la toma de decisiones, porque nadie sabe quién tiene que tomarlas.
¿Ha habido algo bueno?
No ha habido nada. En España lo que he percibido es que tenemos un desmadre de administraciones, que tenemos un país dividido en 17 y que en una pandemia no se puede ir por libre. Quizá por eso estamos en el ranking de los países con más muertes y contagios. No hay nada bueno.
Hablando de países. Trabaja en 21, ¿ha habido mucha diferencia en la gestión de la pandemia entre unos y otros?
Sí. Nosotros tenemos cerrados cuatro países desde marzo o abril del año pasado: Australia, Hong Kong, Trinidad y Tobago y Uruguay. Cerrados a cal y canto. En estos países, las muertes por Covid-19 son insignificantes y cuando se identifica un contagio, se cierra una ciudad.
¿Hay lo opuesto?
Sí. México. Ha estado abierto sin restricciones. Pero, en México no se sabe cuántos muertos habrá por la pandemia, porque es un país donde mueren muchas personas por otros motivos. En México matan a 50.000 personas por violencia cada año. Me ha sorprendido la libertad. López Obrador decía que había que abrazarse en abril o mayo.
El resto parecido a España…
Sí. En casi todos ha habido el Estado de Alarma durante tres o cuatro meses…
A nivel económico. ¿Ha tenido las mismas ayudas en unos países y en otros?
No. Nosotros hemos tenido ayudas directas al empleo y la actividad en Australia, Hong Kong, Dinamarca o Suiza. Son los países más avanzados. No hemos tenido ayudas en muchos países ni en el empleo, ni ayudas directas y eso nos lastra mucho el resultado. Después ha habido países que han ayudado en el empleo, tipo ERTEs como en España. Es la ayuda más mayoritaria, como en un 60% de los países.
Con esos datos. ¿Cómo ha sido el 2020?
Terrible. Un año terrible para los que vivimos del turismo. En España el turismo genera el 15% de la riqueza. Por tanto, nos afecta que no vengan 65 millones de personas, porque consumen todos los días vino, agua, jamón, corderos, pescados,… Son muchos los sectores que pierden. Es toda una industria que vive de que vengan 65 millones de personas todos los años.
¿Ha viajado este año?
Mi viaje internacional ha sido ir a Madrid. (Risas) Desde marzo hasta diciembre, no he viajado fuera de España. En diciembre fui a Chile y me sorprendieron los protocolos tan drásticos que hay para viajar. En el avión te explican que el aire se está cambiando cada dos minutos, por lo que es imposible que te contagies. En enero, viajé a Francia y noté un poquito más de personas. Pero, la recuperación va a ser lenta.
¿Cada cuánto cambia el pasaporte?
Cada 18 meses.
¿El del 2020?
Al paso que vamos, hasta el 2023 o 2024 (Risas)
Global Exchange cumple 25 años en 2021. ¿Está buscando nuevas oportunidades?
Una empresa siempre está buscando nuevas oportunidades de negocio. Pero, creo que en las crisis como ésta, que es muy profunda, tienen solo dos caminos: o el cierre o duplicar el tamaño de la empresa en pocos meses.
¿Global Exchange por dónde va?
Nosotros apostamos por la segunda opción, porque creemos que las oportunidades que se presentan hoy en día en el mercado son únicas. Queremos sacar de esta crisis tan drástica un posicionamiento de llegar en el 2023 o 2024 a ser el líder mundial de cambio de moneda.
Enhorabuena…
Te digo que queremos, pero de las intenciones no se vive.
El pensamiento es la semilla de la acción…
Sí y tenemos que seguir luchando.
Es que si solo piensas en negativo, pierdes muchas energías.
(Silencio) El 2020 nos quedamos a un 22% del volumen de 2019. Tela. Tienes que tomar decisiones de la noche a la mañana en 21 países, cuando tienes a 2.500 personas trabajando y que en un mes redujimos la estructura a 190 personas. Además, tienes que negociar las condiciones de los contratos con 60 aeropuertos. Todo esto, pensando que la situación pasará en dos o tres meses…
Muchos pensamos que en verano volvíamos a la normalidad…
Ver como se retrasa, que va a peor, que cada vez hay más muertos,… Es un año muy difícil para la toma de decisiones, pero ves que si trabajas y ves un poco más allá, sales adelante. Además de hablarle a la gente con total franqueza.
Siempre habla de equipo. ¿En estas circunstancias también lo ha tenido?
Sí. Lo he visto y me lo han demostrado. Nos hemos quedado muy pocos en la central. Hemos tenido que hacer un ERTE importante, nos quedamos 16, de 130. Ahora, estamos poco a poco recuperando al personal.
¿Cómo fue la comunicación?
Reuní a todo el mundo en la central el viernes 13 de marzo y les dije vamos a empezar un ERTE. Nos quedamos 16, lo mínimo que necesitábamos para la gestión de todo lo que se nos venía encima. Latinoamérica comenzó un mes más tarde que Europa y nosotros, uno más tarde que Asia.
¿En Latinoamérica pasó como en Europa, que no creíamos que fuera tan seria la pandemia?
Sí. Nosotros el 1 de marzo estábamos ciegos. Te pongo un ejemplo de esto. Compramos una empresa en Londres a primeros de marzo, llegué el día 6 y el día 9 hice un comité de crisis porque ya veía que todo iba mal. Todo se ocultó, había que hacer las manifestaciones del 8M, se ocultó información. Nosotros pasamos en ese fin de semana de las negociaciones de la compra de una empresa en Londres, a tener un gabinete de crisis en 72 horas. Ha sido muy duro.
Mucho…
Profesionalmente, pensaremos que solo en las adversidades es donde uno se curte.
Isidoro, suena el teléfono y es Pedro Sánchez. Le pide que le dé ideas para invertir bien los Fondos Europeos para la Recuperación. ¿Por dónde empezaría?
(Silencio) De los 77.000 millones de euros de ayudas directas, empezaría por diferenciar entre lo que es o no importante para España. Creo que estamos en el buenismo, que estamos en la tontería y que se va a meter mucho dinero para tirar mucho dinero. Puede pasar como en el Plan E. Hay pueblos que tienen pista de pádel que aún nadie ha utilizado.
Y pabellones…
Que no tienen juventud y bibliotecas que no tienen lectores.
¿Por cuál de los ejes que han definido apostaría?
Por el turismo, sin lugar a dudas.
¿Por un turismo para que seamos la Florida de Europa…?
Podemos ser la Florida de Europa, pero toda la Florida, porque es un centro neurálgico del turismo. Me explico. Solo a Disney World van 20 millones de personas cada año; también puedes tener como en Florida, donde muchos jubilados se retiran, que vengan a España los mayores del norte de Europa, que juegan al golf, se toman una cerveza y viven y consumen aquí seis meses al año.
¿Tenemos que ir a un turismo de calidad?
Sí, donde el gasto medio sea mayor; donde el turismo cultural se explote igual que el de sol y playa. España es, después de Italia, el país con más ciudades Patrimonio de la Humanidad. España es una joya, allá donde vayas tienes cosas que ver. Hay muchas clases de turismo. En Castilla y León se puede apostar también por el turismo del vino. Sin olvidar el turismo gastronómico y España tienen mucho que poner en la mesa. A la pregunta: ¿Por qué turismo podemos apostar? Por todo.
¿Y los otros ejes?
No solo son las energías renovables, que también; no solo es la reindustrialización, que también, pero para ello, tenemos que ser competitivos. ¿España puede ser competitiva en costes? Porque la industria se mueve por costes. ¿Cómo? No podemos ser competitivos en precio y mano de obra. Pero, en sectores como investigación, tecnología, innovación,… ahí es donde tenemos que avanzar. La digitalización y la comunicación en toda España, también en los pueblos, si queremos que se asienten empresas, tiene que haber internet de alta velocidad. Y, si no, que no digan que apuestan por los pueblos.
La Administración tendrá que adaptarse…
Debe. Es esencial. Te pongo un ejemplo que nos está pasando en Fuentes de Oñoro (Isidoro Alanís es el alcalde de esta localidad fronteriza). Llevamos cinco años esperando el cambio de normas urbanísticas en mi pueblo, donde tienes que reportar a 17 instituciones para que opinen sobre el cambio de normas. Eso te define la mierda de organización administrativa que tenemos. Se ha creado una vorágine de leyes para darle trabajo a los funcionarios, para que se justifique… para que al final un trámite sencillo como es el cambio de normas urbanísticas de un pueblo de 1.200 habitantes que está en caída libre, se tiren cinco años. Después tendrás que hacer una modificación y pasarán otros tres años más. En mi pueblo, que no tengo suelo industrial, como pronto en cinco años podré tener unos terrenos para que se asienten industrias.
Si queremos apostar por la reindustrialización, tenemos que ser un poco más ágiles…
Un poco. No puede ser que hoy en día, que es todo digital, tengamos el triple de funcionarios que en los años 70. ¡Qué me lo expliquen!
¿Alguna inversión más?
Todo lo que se invierta en la tecnología y digitalización para Pymes y grandes empresas estará muy bien, y eso sí está contemplado. Nosotros hemos presentado nuestro programa al marco de Castilla y León y está recogido en la Biblioteca que ha presentado el Ministerio, que tenemos un plan estratégico de digitalización a nivel global de 18 millones de euros, para hacer en tres años lo que íbamos a hacer en seis. Eso a las empresas nos da un avance y competitividad mucho mayor que si no lo tenemos.