La Junta de Castilla y León no relajará las medidas restrictivas por el COVID-19 hasta que el grado de ocupación de las ucis por coronavirus no alcance el 35 por ciento de media en la Comunidad, y la tendencia siga siendo descendientes. No se espera que eso suceda antes del próximo lunes.
Ical/LCS.- Las medidas se revisarán cada dos semanas, se seguirán los parámetros del ‘semáforo’ y sólo cuando continúe descendiendo la incidencia.
La previsión es que el primer paso al nivel cuatro pueda ocurrir la próxima semana, y cada provincia deberá cumplir con un 25 por ciento de ocupación en sus unidades de críticos.
Así lo indicó este lunes el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno Extraordinario, en la que compareció acompañado por la consejera de Sanidad, Verónica Casado.
Las primeras medidas que se relajarán son las excepcionales del nivel 4, excepto la relativa a un máximo de cuatro personas en las reuniones sociales y familiares, que seguirá siendo de cuatro «ni antes ni durante la Semana Santa», según dijo Igea, quien sostiene que el Ejecutivo regional considerará «la Semana Santa como una semana más».
Si se eliminarán las restricciones excepcionales en la hostelería, centros comerciales y gimnasios.
Cuando se supriman las restricciones excepcionales del nivel 4 se esperarán dos semanas antes de pasar al siguiente nivel «y así será siempre y cuando se mantenga la tendencia decreciente. Nadie saltará del nivel 4 al 2 por tener mejores indicadores. Serán distintas si alguna provincia tiene mejor la UCI o si empeora». precisó.
«Lo haremos despacio y progresivamente, atendiendo a la ocupación hospitalaria y a la incidencia», recalcó.