[dropcap]A[/dropcap]provechando el artículo anterior sobre el estilo del director español, Pedro Almodóvar, en cuyo final escribía cual eran, en mi opinión, las tres mejores películas del autor, hoy traigo otro top o clasificación: el de las que son para mi gusto, las tres películas que más me han gustado del año pasado y que recomiendo encarecidamente. Sin más preámbulos vamos con ellas y el por qué de mi elección.
Las niñas – Pilar Bartolomé
Dirección y guion: Pilar Bartolomé Fotografía: Daniela Cajías
Ambientada en los años noventa en la ciudad de Zaragoza, Las niñas retrata la vida de Celia, una niña de 11 años y su grupo de amigas que estudian en un colegio de monjas y que comienzan a experimentar una parte fundamental de la vida, la adolescencia.
En primer lugar, esta película es un toque de aire fresco más que necesario en la industria del cine español. En el aspecto dramático o argumental no se trata de una película que aborde la trama con un arco clásico con su marco nudo y desenlace, sino que trata de mostrar el fragmento de la vida de estos personajes, sin que haya una evolución en ellas más allá de lo que la propia adolescencia provoca. Huir de las estructuras clásicas en el cine español no es tan habitual, y teniendo en cuenta que se trata de una directora novel, hay que otorgarle aun más valor, ya que lo consigue de manera brillante.
La historia también llega mucho al espectador, ya que habla de un proceso por el que todos, hace más o menos tiempo, hemos pasado. Aborda la incomunicación y la incomprensión de manera sutil, lejos de grandes giros de guion, los cuales son cada vez más recurrentes en las películas actuales. Por otro lado, evidentemente hay que recalcar la interpretación del elenco, con una sobresaliente Andrea Fandós (Celia) que te engancha desde el primer hasta el último fotograma. Además, la química generada entre ella y el resto del reparto es fundamental, y en ello evidentemente está la mano de la directora.
En cuanto al aspecto técnico, la fotografía en 4:3 combina a la perfección con la trama y con la dirección de arte de Mónica Bernuy (ganadora de un Goya) también maravillosa. Además, con una iluminación “naturalista” consigue una paleta de colores cuidada en todo momento. Como aspecto negativo creo que a veces se nota la improvisación de los planos con una cámara en mano poco “invisible”.
Por último, me llevé una grata sorpresa que me recordó a la película Retrato de una mujer en llamas, y es que la gran mayoría del equipo de la película está formado por mujeres, desde el reparto hasta los departamentos del equipo técnico, y eso desgraciadamente es raro verlo hoy en día.
Estoy pensando en dejarlo – Charlie Kaufman
Dirección y guion: Charlie Kaufman Fotografía: Lukasz Zal
Resumir esta película en una sinopsis es cuanto menos complicado, ya que se trata de una película que aborda a través de una premisa sencilla, un conjunto de ideas de lo más complejas. Dicha premisa sería: “una mujer trata de buscar la manera de romper con su pareja y se ve incapaz de hacerlo debido a una serie de situaciones surrealistas que aparecen repentinamente”.
Pero repito que esta es una de esas películas en las que nunca deberías leer nada sobre ella antes de verla, con lo cual me estoy tirando piedras a mi propio tejado. Sin embargo, esta pieza aparece en esta columna porque ha sido la película que más me ha gustado del pasado año, aunque vaya por delante que no es para todos los públicos.
En cuanto a la trama, como decía antes es lo de menos, lo importante de aquí es el viaje que experimenta la protagonista y el espectador a lo largo del film, recorriendo, de una manera ciertamente oscura, la mente del personaje. De esta manera, los temores, las carencias, las virtudes, la nostalgia, la mirada al futuro, todo ello se introduce en la película rozando el terror y el thriller psicológico.
Destacar del apartado técnico la fotografía de Lukasz Zal y todas aquellas personas del departamento de fotografía e iluminación que lo hacen posible, es simplemente bella. Al igual que en la película de antes, la dirección de arte de Gonzalo Córdoba es sobresaliente, desde el espacio de la casa y el colegio, hasta el vestuario. Todo ello unido a la composición de Kaufman en los planos, logran un resultado sobresaliente con múltiples lecturas.
My mexican Bretzel – Nuria Giménez
Dirección y guion: Nuria Giménez Fotografía: Frank A. Lorang, Ilse G. Ringier
«La mentira es sólo otra forma de contar la verdad” – Kharjappali
Y aquí entra una de las películas más reveladoras o sorprendentes que he visto últimamente, My mexican bretzel. Se trata de un falso documental elaborado por Nuria Giménez que cuenta a modo de diario fílmico parte de la vida de una mujer de clase alta y los viajes que realizó por Europa con su marido desde los años 40 hasta los años 60.
Pero aquí entra la pieza fascinante de esta película, ¿de dónde surge? Todo el material fílmico sale del sótano del abuelo de Nuria Giménez, que tras su muerte encontró estas cerca de 50 bobinas de material, y lejos de hacer una película sobre sus abuelos, decidió experimentar a través de ese tesoro y crear una narrativa en base a ellas. El resultado es un documental en el que no se sabe que parte es mentira y cual es verdad y que consigue mediante un guion brillante, una atmósfera en las antípodas del cine comercial actual.
La carencia de sonido en la mayor parte del film hace que cuando se introducen elementos sonoros, la pieza coja una fuerza muy elevada, aunque estoy seguro de que este apartado dificultará a mucha parte del público su visionado por ser diferente a “lo habitual”, pero animo a cualquier lector a dejarse llevar por esta película y entrar en su juego, ya que el tono que consigue es único.
Y hasta aquí este top 3, en el que sorprendentemente están dos películas españolas. Cuando este artículo se publique la gala de los Goya ya habrá tenido lugar y sin duda, tanto Las niñas como My Mexican Bretzel darán que hablar.