[dropcap]E[/dropcap]sta semana, en nuestras conversaciones sobre yoga, os traigo una de cuando Juana, nuestra querida alumna imaginaria, comenzó con la práctica de la meditación. Hoy abordamos el tema de la meditación: cómo comenzar a meditar y no dejarlo a los dos días.
Casi un año ha pasado ya desde que no habíamos retomado esas conversaciones tan interesantes con Juana y lo echaba de menos. Esta vez te traigo respuestas a esas inquietudes y preguntas frecuentes sobre la meditación.
Cuando Juana vino por primera vez a la escuela me preguntó:
¿Hay mucho rato de meditación en las clases de yoga?
Entonces yo le conté que no hay ni mucho ni poco, ni un rato de meditación, toda la práctica de yoga es meditación. Es el estado al que aspiramos los yoguis durante toda la práctica. Un estado meditativo en cada postura, en cada movimiento y en cada respiración.
Puedes hacer una práctica de meditación sin yoga, pero no al revés. No puedes hacer una práctica de yoga sin meditación.
A lo que Juana me respondió con otra pregunta:
¿Y qué estado es ese de meditativo?
Un estado meditativo es estar presente, atento a lo que estás haciendo en ese preciso instante, nada más que a eso. No es estar en una postura y repasar en tu cabeza si se acabaron los tomates para la cena de hoy. Y si esto ocurre, meditar es darse cuenta y volver a traer amablemente tu atención hacia tu postura y tu respiración.
Como Juana era muy inquieta me decía:
¿Entonces puedo meditar cuando paseo?
Le explicaba que sí, que puedes meditar paseando, fregando los platos, y en la ducha (además te invito a observar tu mente en el rato de la ducha, le decía). La práctica y la constancia en el hábito de la meditación implican que cada vez nos sea más fácil centrar la mente y aliviar esa dispersión mental, como el mono saltante de una rama a otra sin sentido. Lo que se conoce como monkeymind, un término que me gusta mucho ya que lo veo muy gráfico.
A todo esto ella se interesó diciéndome:
¿Cómo puedo meditar en casa?
Le explicaba a Juana que es importante elegir un lugar de tu casa en el que sientas y puedas crear tu espacio de paz, donde poder sentarte a sentirte, donde meditar. Si es posible marcar un tiempo adecuado y no levantarte hasta que ese tiempo pase. Si es una opción, más o menos a la misma hora del día. Y es importante tener un profe que te guíe, sobre todo al principio. Y como todo en la vida, constancia y actitud hacia ello. Tu práctica de yoga te ayuda a entrar en tu meditación de una forma más sencilla. Y ya sabes que en este bonito hogar de yoga amamos la belleza de lo sencillo.
Y con estas interesantes reflexiones me despido hoy, encantada de resolver cualquier otra duda sobre la práctica. Que tengas un buen día y cuides tu energía.
Para integrar la meditación, Yoga Ganesha comienza la segunda edición de “Curso de meditación, cómo meditar en casa y no dejarlo a los dos días”. Todos los lunes de marzo a las 18:30.