El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Luis Tudanca, se mostró rotundo en afirmar que su obligación y «deber» con esta tierra es presentar una moción de censura para que el cambio que anhela Castilla y León llegue de la mano del PSOE y con la que se abre «una nueva esperanza» para la Comunidad
Así lo señaló Tudanca durante su comparecencia ante la prensa después de que el Grupo Socialista registrara a última hora de la mañana una moción de censura contra el Gobierno de Castilla y León.
«Soy muy consciente de la responsabilidad que asumo con la misma convicción, ilusión, humildad y con las mismas ganas de siempre de luchar por esta tierra», remarcó Tudanca.
Asume también la decisión, dijo, por la confianza que los ciudadanos depositaron en 2019 en el PSOE. «Confianza que nunca voy a defraudar». Confianza y voluntad de cambio que hoy «es más clara y necesaria que nunca». «Con esta moción de censura se abre una nueva esperanza para Castilla y León», remarcó.
Tudanca recordó que, desde el primer día de Legislatura, ha asistido «asombrado e indignado» a la «progresiva degradación» de la política y de las instituciones y de la corrupción o el abandono y enfrentamiento «con todos».
A pesar de ello, recordó, el PSOE ha hecho cuanto ha sido posible para ayudar la gente de esta tierra pero ha encontrado lo mismo que todos los colectivos: «desprecio y soberbia».
Luis Tudanca añadió que en el debate de esta moción todos los grupos tendrán que tomar una decisión: «si perpetúa y atan sus destinos a Igea o Mañueco o dar una esperanza a esta tierra». Esta moción es «una censura a Igea y Mañueco y a su forma de hacer política y de gestionar».
Por eso, pidió una reflexión a Ciudadanos para que vuelvan a lo que fueron, a su programa electoral y a lo que prometieron a los ciudadanos. «Le quiero pedir a Ciudadanos en Castilla y León y en España que escuchen a la gente de esta tierra, lo que dicen, piden, necesitan y merecen». «Tienen una nueva oportunidad·, remachó.
Con la moción, afirmó, volverá «la paz social, el diálogo y los consensos» a Castilla y León y se comprometió a trabajar «sin descanso» para demostrar que «esta tierra puede gobernarse de otra manera y que tiene una esperanza por fraguar». Un gobierno que haga «por fin» de la lucha contra la pandemia y la sanidad una prioridad, que proteja a las familias, a los trabajadores, empresas y autónomos y a los más vulnerables y que haga frente al reto demográfico y recupere a los jóvenes o recupere la limpieza de las instituciones.