Su abuela protagonizó muchas portadas de Hola!, siendo estrella de Hollywood y Princesa de Mónaco y, ¡qué decir de su madre! Si su abuela fue el icono de los años sesenta y setenta, su madre hizo lo propio en los ochenta y noventa.
Ahora, le toca a ella reinar en las portadas de la prensa del corazón. Es un pelín más discreta que su madre, eso no significa que, al igual que su progenitora, se haya el puesto el mundo por montera y esté haciendo lo que su real gana le indicaba en cada momento.
Desde que fue madre, su vida social se ha ralentizado un poco, bien es cierto que no ha sido nunca muy excesiva, algo de moda, presentaciones y vacaciones. Esta semana entra a lo grande y te mira desde todos los kioskos de Españay del mundo gracias a Hola! con una sonrisa a lo Audrey Hepburn en ‘Desayuno con diamantes’. Pero mal que le pese no es Audrey Hepburn. Es lo que tienen las imitaciones, que por muy buenas que sean, son sólo imitaciones. Sí quería haber emulado los años dorados de Hollywood tenía que haber echado mano de lo más próximo: Su abuela Grace.
Lecturas nos trae a Mercedes Milá. Aparentemente se pone el mundo por montera, pero con las espaldas cubiertas. Siempre ha sido la misma, desde que dejó que Jesulín de Ubrique se bajara los pantalones en su plató y le enseñara las cicatrices o Paco Umbral le dijera aquello de: ‘¡He venido a hablar de mi libro!’. Gran frase que forma parte de la cultura patria. Ella no llega a tanto. Ella sólo acierta a decir: “Los hombres saben donde se meten cuando se meten en mi cama”. Un poco pobre y explícito su léxico.
Diez Minutos rescata a Tania Llasera que está estupenda. También se deja ver Andrea Janeiro. Sí, la de ‘Andrea…. ¡Cómete el pollo!’ o ‘Yo, por mi hija…. M-A-T-O’. Frases que, como la de Paco Umbral, ya forman parte de la cultura popular.
Love está encantada de hacer honor al nombre de su cabecera esta semana, porque la protagoniza una María Teresa Campos enamorada y dispuesta a dejarse querer por Edmundo-Bigote-Arrocet.
Y Semana pone su foco en Natalia Verbeke que no tiene suerte con el amor. Desde que Gonzalo Miró le pidiera matrimonio con Felipe González presente, no ha levantado cabeza, ni el torero, ni el actor, ni ahora el empresario. La actriz de origen argentino tiene alergia al matrimonio.