Cuando más tranquila estaba situación epidemiológica y sanitaria, la pandemia acaba de dar otro zarpazo en Salamanca, cobrándose tres vidas en las últimas 24 horas, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad.
Ha sido la cifra de muertes más alta de marzo que recuerda la crudeza de la pandemia, en medio de un puente que ha estimulado el apetito de desplazarse, algo que le conviene al virus.
Esto ha ocurrido en una jornada con siete contagios nuevos, cinco altas hospitalarias y una reducción de la presión asistencial en el hospital, donde quedan 23 pacientes covid en planta y otros 9 en la UCI (uno menos que la víspera).
Los indicadores epidemiológicos, por su parte, reflejan la fase estancamiento o valle, sin apenas variaciones, ni manteniendo el descenso de la incidencia ni arrancando la cuarta ola.
Lo que sí parece reactivarse de nuevo es la velocidad de transmisión, de forma que este domingo cada infectado contagiaba a 0,93 personas más, cuando el límite para empezar a estar preocupados es 1.