Opinión

Luna

Imagen de jhenning en Pixabay

 

[dropcap]M[/dropcap]i pequeña Luna, mi amiga, compañera, mi familia. Llegaste a mí, tan pequeña, en aquella mano tan grande, que te ofreció como un regalo y realmente nunca supo el regalo que llegaste a ser. Cuando llegaste no sabía que hacer contigo y ahora que te has ido, trato de resignarme a seguir sin ti.

Contigo conocí la lealtad, la nobleza, la amistad, el amor incondicional, eso que no juzga, que no traiciona, que no miente, pero te rompe en pedazos cuando se marcha.La amistad que no pide nada a cambio y que estoy segura pocas veces veo en un ser humano.

¡Y os llamamos animales ¡Animales son los que os abandonan y maltratan, los que no ven un ser vivo detrás de unos ojos cargados de alegría, que te revolucionan la vida, mientras se hacen un hueco en ella! ¡Nos queda tanto por aprender de vosotros!

Nunca el silencio, al abrir la puerta de casa hizo tanto ruido y jamás valoré tanto un pelo tuyo en mi ropa como lo hago ahora. Me dejaste tantas lecciones en estos cinco meses, en los que la fortaleza que tu pequeño cuerpo tuvo lidiando todos los lunes con agujas y vendas de colores, me hizo ver que las batallas se pelean y se bregan, aunque contigo la perdiéramos hace apenas quince días.

Y me siento egoísta pasando un duelo que mucha gente no acaba de entender,¿cómo puede invadirte la tristeza de esa manera, si solo era un perro? Cómprate otro, me dijo alguien a la que ni respondí.

No señores, el cariño no se compra y lo que es ayer era insustituible, para mi hoy es eterno. Quizás esa sea la diferencia entre lo que se quiere y lo que se compra. El dinero compra lo que se desea, pero no entiende de sentimientos que no sean efímeros.

Y eso somos nosotros que nos llamamos humanos que pensamos que todo en esta vida es sustituible y tiene un precio. Que atrevida es la ignorancia.

La historia y la vida está llena de grandes ejemplos de amigos fieles de cuatro patas que salvan vidas, guían personas, devuelven la alegría a ancianos en residencias, niños en terapias o mujeres protegidas por ellos y ellas en violencia de género.

Ya tengo mi propia historia y tu Luna ya eres eterna en ella.

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