[dropcap]D[/dropcap]iana de Gales visitó Salamanca en 1987 junto a Carlos de Inglaterra. La pareja no paró durante la jornada que pasó en la ciudad charra en compañía de las Infantas Elena y Cristina. Estuvo en el Ayuntamiento, en el Museo de Salamanca, en la Universidad, el palacio de Fonseca, de vuelta a la Plaza Mayor… Tanto paseo hizo que la entonces Princesa de Gales se descalzara por cansancio.
El 23 de abril de 1987, coincidiendo con la festividad de Castilla y León, Carlos y Diana de Gales visitaron Salamanca. Aquí llegaron en helicóptero, los príncipes se dieron un baño de multitudes y disfrutaron de una comida en el colegio mayor Fonseca donde fueron despedidos por la tuna. Incluso un simpático universitario se acercó a Diana y le colocó su capa sobre los hombros.
Jesús Málaga, el alcalde de Salamanca en 1987 recuerda en su libro ‘Desde el balcón de la Plaza Mayor: Memorias de un alcalde’, que el menú fue preparado para agradar a los británicos: entremeses, crema de puerros al gusto de Diana, lubina, solomillo, tarta de hojaldre y fruta. Almuerzo contundente, propio de los colaciones de invierno. «Estábamos en abril de 1987 y todavía los días eran frescos en nuestra ciudad».
«El príncipe de Gales habló de temas educativos y de caballos. Nos contó, entre otras muchas cosas, las humillaciones que el rey de Marruecos hizo a su madre, la reina Isabel, en la visita al reino del norte de África, haciéndola esperar como si de un súbdito cualquiera se tratara. Por su cuenta, la princesa me explicó que se sentía como en el cuento de la Cenicienta en su relación sentimental y posterior casamiento con Carlos. Entonces no se conocían las desavenencias de la pareja», explica en el libro sobre sus años como alcalde de Salamanca.
Lady Di comió poco, solicitó una manzana que partió con las manos, sin utilizar en ningún momento los cubiertos para pelarla. Comió la piel, aclarando para justificarse:
– ¡Tiene muchas vitaminas!
Pasó la manzana partida al comensal que tenía a su lado, el embajador de España en Londres, que la cogió un tanto nervioso. La princesa preguntó por la historia de Salamanca, sus fiestas, los pícaros y buscones, los toros y el destino de los animales muertos en la plaza. Mi contestación la dejó algo perpleja y le produjo un cierto escalofrío:
-¡Pues se vende la carne y se come!
«Había sido un día duro; la princesa de Gales se sintió fatigada cuando visitó e inauguró el Museo de Historia de la Ciudad, instalado entonces en la planta baja del Palacio del Obispo. Rompiendo el protocolo, Lady Di se descalzó para calmar el dolor de pies. Previamente, en la puerta de entrada al Colegio Fonseca, había pasado por encima de las capas que los tunos depositaron en el suelo mientras cantaban canciones populares universitarias y de ronda», concluye Jesús Málaga este episodio de la visita real inglesa a Salamanca.
¿Volverá a colarse Salamanca en el argumento de la serie The Crown? La cuarta temporada concluye en 1985 y la visita a Salamanca es de 1987… Quizá.