Ni día, ni hora, ni año. No hay una fecha exacta para saber cuándo comenzó la Generación Z, aunque los expertos sí qué se ponen de acuerdo en señalar en que década. Son las personas nacidas en los años noventa, en los albores del nuevo milenio. L@s chic@s que ahora tienen entre 15 y 22 años.
Han nacido con la tecnología debajo de un brazo y con el boon económico en el otro. Este hecho tiene ventajas e inconvenientes. En cuanto a la tecnología, están acostumbrados a interactuar mediante dispositivos virtuales o redes sociales. “Lo importante es que se comuniquen, da lo mismo el soporte, porque si una persona puede mantener una conversación en la red, la mantendrá igualmente cara a cara”, explica la psicóloga Mª Carmen García.
Ellos han vivido con Internet, por lo que buscar una definición o un hecho histórico, social o cultural fuera de la red, les parece de otra época. “Creo que las ventajas más grandes que tenemos en este sentido son que todos los apuntes están en la red, por lo que no tenemos que tomar apuntes, que la comunicación con los profesores es inmediata, porque tienes sus correos. Y, por ejemplo, nosotros en Medicina tenemos una conversación grupal de más de 200 personas. No ocurre nada, que no sepamos en el momento”, señala Laura Corvo, estudiante de 1º de Medicina.
Nacieron con Internet
Y así es. Internet para ellos es una herramienta más donde elegir, no lo asocian a que es el mayor instrumento de la humanidad y que lo está cambiando todo. Desde la forma de relacionarse, hasta la de comprar o divertirse. Incluso cotillear es diferente ahora que hace veinte años.
Los integrantes de la Generación Z tienen entre 15 y 22 años.Facebook, Twitter, Google+, Flickr, Instagram o Tumblr son las redes sociales donde cuelgan sus fotos, sus ideas, sus pensamientos, sus inquietudes y sus defectos. No tienen miedo a que toda esa barbaridad de información, en algún momento dado, se pueda volver contra ellos. “Son una de las generaciones mejor preparadas de nuestro país, porque los profesores y los padres están más cualificados, por lo que hay que partir una lanza por ellos, ya que son el futuro. Hay que dotarlos de los mejores medios”, apunta la psicóloga.
Lo han tenido todo. Y ahora viene la otra ‘hogaza de pan’ con la que han nacido bajo el brazo. Muchos de estos jóvenes, sobre todo los que pasan de la veintena, han vivido en una abundancia económica sin precedentes en España. Y ahora toca apretarse el cinturón. “La familia tiene que saber decirle ‘no’ a los hijos para que sepan lo que es la frustración, porque sino estarán perdidos. No se motivarán”, matiza Mª Carmen García.
Intereses sociales y segundas oportunidades
Una de las cualidades que presenta la Generación Z es que tienen una fuerte conciencia social. “Cuando algo nos parece que es injusto, nos ponemos manos a la obra y lo denunciamos a través de las redes sociales”, señala José García, estudiante de 1º de Informática.
La Generación Z tiene una fuerte conciencia social.Al igual que ha ocurrido con otras generaciones, en la Generación Z también existe el fracaso escolar, pero no está todo perdido. Cada vez se vive más y el haber dejado los estudios a los 16 años, no significa que en un futuro no los puedan retomar. “Tenemos que darles un margen de tiempo, que experimenten y, ellos mismos, decidan volver a coger los libros. No todos tienen que ir a la Universidad, pueden estudiar un ciclo formativo. A esta generación, más que a ninguna otra, sólo les salvará la cultura en el más amplio sentido de la palabra”, puntualiza la psicóloga Mª Carmen García.
1 comentario en «‘Generación Z’, los hijos de la bonanza y la tecnología»
Muy interesante, como siempre. Pero a mi me dan un poco de pena porque no han conocido la maravillosa década de los 60. Ni vivido la maravillosa infancia de los 40-50. Por otra parte, sé que algunos profesores están cansados de tanta pregunta. Dicen que si hubiesen atendido en clase no tendrían necesidad de ello. A este paso sobrarán los profesores, los chicos lo resolverán todo con el aparatito y engordarán como vacas. ¡Menos mal que yo no lo veré!