La cuarta ola ha entrado suave y progresa con menos fuerza que las anteriores en Salamanca, a tenor de los datos epidemiológicos y sanitarios ofrecidos por la Junta de Castilla y León.
Justo cuando empezamos a contar los contagios de la Semana Santa (70 en las últimas 24 horas) se afianza la tendencia a la baja del factor ‘R’ que mide la velocidad de transmisión. El sábado pasado alcanzó su punto más alto y cada infectado contagiaba a 1,49 personas más, pero desde entonces empezó a bajar y este miércoles está en 1,04, y no ha bajado más por el repunte de contagios de la última jornada.
El mismo factor que explica el nuevo aumento de la incidencia acumulada, que está dibujando un gráfico con dientes de sierra (a siete días está como el 21 de febrero, cuando empezaba a perder fuerza la mortífera tercera ola).
Sanitariamente, la cuarta ola se está traduciendo en más ingresos, pero una mortalidad muy contenida, con siete muertos desde que comenzó abril. Sin embargo, hay 44 pacientes covid ingresados en planta, como el 4 de marzo, y otros 11 en la UCI, como hace un mes.