Es el ‘que no sale’ en el concurso más longevo de la Televisión y ha estado en Salamanca porque ha ofrecido un recital sobre Unamuno para celebrar el 150 aniversario de su nacimiento.
‘Saber y Ganar’ lleva 17 años en antena y 18 temporadas. ¿Ha hecho más sabios a los españoles en estas casi dos décadas?
Creo que no. ‘Saber y Ganar’ es un programa de entretenimiento. Quizá los ha hecho un poco más curiosos, quizá les ha encendido un poquitito la necesidad o la querencia de aprender un poco más o tener más curiosidad en una serie de temas de cultura general. Y se han dicho: ‘¡Hombre! Esto de saber y conocer cosas y saber que la hojilla de afeitar… o que aquel reino es el que…’ Pero porque veas el programa, no vas a ser más culto o más sabio, pero sí que te lo vas a pasar mejor. Eso sí.
¿Es más entretenido saber o ganar?
Es más entretenido saber, sin duda alguna. Ganar es mucho más divertido (Risas) y lamentablemente más rentable. A mí me gusta mucho ganar, porque para ganar esta implícito participar.
¿Cuánto ha aprendido de la naturaleza humana tratando con los concursantes durante tanto tiempo?
No lo sé. Creo que exactamente lo mismo que si hubiera estado en la ventanilla de la oficina de Hacienda o en la taquilla de Renfe entregando billetes. El contacto con las personas te da sabiduría y conocimiento de la naturaleza humana, porque creo que el mismo abanico de personas que viene como concursante, es la misma que compra un billete de metro. Todos somos muy raros y muy distintos. Ninguno tenemos la razón sobre otros, aunque siempre nos creemos que sí. Yo también me lo creo, pero resulta que los que están a mi lado me dicen que ellos son los que la tienen. (Risas)
En estos casi 20 años ha visto pasar a muchas personas por los atriles. ¿Tenemos la juventud mejor preparada de la historia de nuestro país?
Lo que me pide el corazón de responder categóricamente es: No. Automáticamente, me entran ganas de reflexionar y por lo tanto te pregunto o afirmo: ¿Qué o quién es la juventud? La juventud no me parece que sea un ente homogéneo y por lo tanto, no lo puedo tratar como una sola magnitud. Entonces, ¿qué tipo de juventud está mejor preparada? ¿Hay un tipo de juventud que está muy preparada? Sí. ¿Hay otro tipo de juventud que no lo está tanto? Sí. Y entonces me digo, un poco como en todas las épocas. Ahora hay más medios, pero no siempre los aprovechamos como deberíamos. También creo que toda la culpa la tienen los enseñantes y las leyes de Educación, porque están cambiando cada dos por tres y absolutamente al servicio del partido que está en el Gobierno. En la Educación tendría que haber un pacto de Estado. Preguntarse quién son los mejores modelos educativos que hay en el mundo y coger lo mejor de ellos y adaptarlo a la idiosincrasia de los españoles. Luego nos pelearíamos por la Ley del Aborto o por el pacto con la Santa Sede o por un plan hidrográfico. Pero hay unos principios y derechos fundamentales que son intocables.
Una curiosidad. Si usted juega al Trivial con sus familiares y amigos, ¿es siempre el elegido para formar partida?
Sí, pero a veces se equivocan. (Risas) Alguna pregunta sé, soy un buen complemento.
Vive de la voz. ¿Cómo se la cuida?
(Se pone muy serio) Pues, bebo bastante whisky, fumo dos paquetes de tabaco diarios,… (Risas) No me cuido la voz. No tengo ningún hábito específico. No hago nada. Lo único que evito es el aire acondicionado porque me reseca la garganta. No me he cuidado nunca la voz.
¿Hace calentamiento antes de ponerse delante del micrófono?
Hago un poco de calentamiento, sobre todo cuando hacemos el programa por la mañana, porque las cuerdas vocales están frías. Me gusta mucho más grabar el programa por la tarde, porque las propias conversaciones que has tenido a lo largo del día han logrado que calientes las cuerdas.
¿Con qué pregunta ha pensado: ¡Dios mío, qué barbaridad!?
No son preguntas muy duras, porque esas procuramos evitarlas cuando preparamos el programa. Nosotros no preguntamos, por ejemplo, como se llama la apófisis exterior de la clavícula, porque esto es algo que lo saben los estudiantes de Anatomía. Esto no nos sirve, porque así no es nuestro concursante, independientemente de que sean universitarios o post universitarios. Las preguntas que hacemos nunca son específicas de una profesión o un profesional. Tenemos que preguntar sobre aquello que todo el mundo ha estudiado o sobre aquello que está en el entorno común de todos, como puede ser el deporte. Las preguntas son de Bachillerato, pero ¿qué ocurre?, que es posible que una pregunta de Bachillerato a ti te resulte difícil o imposible de contestar porque era una pregunta de Física y tú no estudiaste Física, pero no porque no estuviera en el temario de Bachillerato, más bien porque elegiste letras. Una pregunta es difícil o imposible si no sabes la respuesta, si la conoces, es facilísima. Y no pasa nada porque la sepas o porque no la sepas, aunque si la sabes, es mucho más entretenido.
Con el salmantino Roberto Sánchez Luengo, uno de los Magníficos, cantó un rap en 2010 ¿No le tienta la música?
Me gustaría mucho dedicarme a la música, como también me gustaría ser un gran gimnasta y conseguir el triple salto mortal, pero tengo un oído absolutamente desastroso. (Risas)
Ha venido a Salamanca por Unamuno. ¿Qué le ha aportado a usted el genio vasco?
Unamuno llegó a mi vida en la adolescencia, porque me hice muy amigo de un profesor de Dibujo y le gustaba muchísimo Unamuno. Y por mimetismo, comienzo a leer a Unamuno, a Machado,… pero en la poesía ya me había adentrado. No comencé con la poesía de Unamuno, lo hice con el ensayo y con la novela. Luego, poco a poco, le fui encontrando el gustillo. Ahora, aprovechando la coyuntura del 150 aniversario y planteando una acción con Jero Hernández (concursante de ‘Saber y Ganar’ y jefe de Protocolo de la Usal), surgió hacer el recital de Unamuno.
¿Ha escrito poesía?
Sí, hace un tiempo. No he publicado nunca nada, pero es que no tengo un especial interés en ello y quizá no valiera la pena.
1 comentario en «Juanjo Cardenal: “Es más entretenido saber, pero más divertido ganar”»
Extraordinaria entrevista. Trasciende perfectamente el perfil del entrevistado, que responde muy bien a preguntas inteligentes.