Los pequeños establecimientos del barrio del Oeste exhibieron sus productos para incentivar y promover el consumo de los viandantes por los comercios de toda la vida
El barrio del Oeste se mueve y los salmantinos con él. Se oía decir esta mañana en el epicentro del barrio que si toda Salamanca se moviera tanto como este barrio, ‘otro gallo cantaría en la ciudad’. Y seguro que no se referían a la Torre del Gallo de la Catedral.
El barrio del Oeste se mueve y con él todos los pequeños establecimientos de la zona. Es un área de la ciudad donde todavía se conserva el calor y color de los comercios de toda la vida, pero con un toque de modernidad, vanguardia y actualidad.
Esta mañana han sacado sus productos a la plaza y, como ocurría antaño, cuando se vivía allí el rastro, los paseantes han disfrutado viendo, ojeando y comprando productos típicos, alternativos y de toda la vida. Allí había ropa, libros, vino, información y objetos creados por artistas.
Pero además, un coro amenizaba con sus voces la mañana y artistas de la pintura corporal lograban que las caras de los niños, y no tan niños, cobraran vida de gatos, estrellas, ninfas y duendes. Todo ello, bajo la atenta mirada de padres, abuelos y curiosos. En definitiva, una mañana de domingo diferente y divertida.