La Gerencia Regional de Salud quiere dar un paso más en el apoyo a los pacientes ostomizados por una enfermedad intestinal o urológica, para lo que ha enviado una instrucción a todos los centros de salud y hospitales con el fin de que adapten sus baños a las necesidades de estas personas, con grandes preocupaciones a la hora de llevar una vida normal y que se acentúan cuando se encuentran fuera de casa y no disponen de unos aseos adecuados. Se trata de un colectivo de más de 3.700 personas en Castilla y León, de las 100.000 que hay aproximadamente en España y a las que cada año se suman unas 16.000
ICAL. Sacyl se ha propuesto que de manera paulatina todos los hospitales dispongan de baños adaptados. En estos momentos, ya hay en cuatro y están previstos en los proyectos de reforma y en los de nueva construcción de otros tres. Junto a un aseo público adaptado, deberán habilitar otro en las zonas donde estén la consultas de cuidados de enfermería o de cirugía a las que acuden.
También, tendrán que contar con al menos un aseso accesible a las necesidades de estas personas todos los centros de salud nuevos y los existentes que se planteen ampliaciones o reformas integrales, para lo que deberán hacer las adaptaciones necesarias. Sólo quedarán exentos aquellos centros sanitarios donde sea imposible disponer de un baño independiente.
Aunque no existe una normativa concreta sobre la adaptación o requisitos necesarios de estas instalaciones, Sacyl cuenta con experiencias previas, así como con las recomendaciones de los profesionales sanitarios que trabajan con estos pacientes, en especial de los profesionales de enfermería con formación en estomaterapia, que son los que lleva a cabo los cuidados pre y posoperatorios.
Por ello, la instrucción fija que se ubiquen en lugares accesibles; se garantice la privacidad; sean aseos con lavabos incluidos para poder sustituir con higiene el dispositivo; y que cuenten con una mesa o zona de apoyo para que el ostomizado prepare el material que necesita. También, es preciso que tengan un espejo a una altura y de dimensiones adecuadas para poder cambiar la bolsa.
Una de las premisas que se debe tener en cuenta a la hora de buscar soluciones que faciliten la adaptación y vuelta a la normalidad de estos pacientes es prever que la bolsa a la que viven pegados debe ser vaciada de forma regular para evitar su saturación o fugas, y para ello necesitan acceder a aseos o baños adecuados de forma rápida para el cambio o vaciado de las bolsas.