El sector del turismo y la restauración está siendo uno de los más perjudicados por la crisis del coronavirus, aunque no es el único, claro está.
De hecho, la pandemia ha cambiado nuestra manera de relacionarnos, de viajar y de disfrutar del tiempo libre, siempre con restricciones; y los más beneficiados han sido los pueblos y sus rutas o caminos naturales.
Y así lo confirman las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) del mes de marzo, que revelan que comienzan los ‘brotes verdes’ en el turismo rural, ése del que han disfrutado muchos salmantinos y castellanos y leoneses, con la intención de que se extienda en el tiempo.
Los meses de enero y febrero, muy golpeados por la tercer ola post Navidad no fueron buenos, con solo 797 viajeros en el primer mes del año y 785 en el segundo. Marzo ya ha dejado 2.085 viajeros y 5.869 pernoctaciones, todo ello con cierre perimetral y toque de queda.
Estos números superan a los de marzo de 2020, con el confinamiento domiciliario más estricto, cuando se registraron solo 1.032 viajeros y 2.153 pernoctaciones.
En el pasado mes de marzo de este 2021, la provincia de Salamanca se ha situado en los puestos de cabeza del turismo rural de toda España; en concreto, ocupa el puesto 12º del país, con 2.085 viajeros y 5.869 pernoctaciones, superada por Madrid, Barcelona, Cáceres, Cantabria o Valencia.
Para llegar a las cifras pre-pandemia aún falta mucho, aunque poco a poco lo más lógico es que se vayan recuperando los números con el fin del estado de alarma y una mayor movilidad cuidando siempre las restricciones.
Así las cosas, la media de viajeros y pernoctaciones del mes de marzo durante los años 2017, 2018 y 2019 fue de 8.107 y 16.334 respectivamente, lejos de los registros actuales del tercer mes de 2021, pero con pequeños síntomas de recuperación.