El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, aseguró este miércoles que tener una caña delante no protege frente al COVID-19, sino la distancia de seguridad o el uso de la mascarilla, aunque se esté al aire libre. Así se pronunció ante lo visto “estos días” en algunas zonas.
En la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, aseguró que las mascarillas, ahora obligatorias debido a la pandemia del COVID-19, “han venido para quedarse” en determinadas circunstancias, sin entrar a pronunciarse sobre la posibilidad de que se flexibilice su uso al aire libre.
Además, la titular de Sanidad indicó que se ha visto como han ayudado a prevenir infecciones respiratorias o gastrointestinales, por lo que en su opinión “a lo mejor” se aprende de otras culturas orientales, que las utilizan en determinadas estaciones y momentos, y se siguen usando, aunque no sea como ahora.