Opinión

Susurros fotográficos de personas conocidas

 

[dropcap]L[/dropcap]eí el otro día que una fotografía es “un susurro de nuestras vidas, un breve espacio temporal, que bien conservado queda registrado más allá de la memoria”. No es fácil acertar con la definición de fotografía, sobre todo si la adornamos con sentimientos.

Pero esta definición, “susurro de nuestras vidas”, puede resultar bastante acertada cuando nos referimos al tipo de archivos que hoy muestro. Tengo seleccionadas varias carpetas, por fecha o temas, de mis colaboraciones en prensa. Una de las carpetas que guardo con más afán es la de personajes socialmente relevantes de la política, de la gastronomía, de las artes… que en su día pasaron por Salamanca.

No conservo estos archivos por idolatría o afinidad con sus ideas, los mantengo porque todas estas personas están o han estado presentes en nuestro día a día. Solo tengo ídolos cuando vuelvo a los dieciséis.

Sinceramente, fuera del contexto periodístico nunca hubiese fotografiado estos rostros. En varias ocasiones me he cruzado o he coincidido con alguna cara conocida y no he sentido inquietud por inmortalizar ese momento. Creo que fuera de su espacio profesional tienen derecho a la “pública intimidad”.

Cuando he tenido ocasión de retratar a alguien conocido, he procurado buscar diferentes poses o gestos con el fin de hacer a posteriori una amplia selección, ya que soy consciente de que posiblemente no volveré tener otra oportunidad de enfocarlos. Yo no sé cuántas veces han sido fotografiadas estas personas a lo largo de su vida, supongo que para algunas de ellas, un día sin cámaras es como un oasis en el desierto.

Los medios gráficos no son más que otra pieza de esta maquinaria que llamamos comunicación, donde el protagonismo personal o profesional prepara para nuestra retina su estudiada imagen, por eso no suele gustar un momento escogido al azar o un enfoque del lado equivocado.

Estas fotografías que hoy comparto son un susurro de las vidas de estas gentes en su paso por Salamanca. Habrá quienes la hayan visitado más de una vez, pero esos susurros no los he escuchado.

El Blog de Pablo de la Peña, aquí.

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Te recomendamos

Buscar
Servicios